Las habilidades del lenguaje

Es el proceso que el niño o la niña realiza para comunicarse al desarrollar el sentido de la audición y la percepción. Desde bebés, empiezan a interiorizar sonidos, palabras, tonos de voz y canciones que se vuelven familiares. También adquieren estructuras que les permiten acentuar más adelante su lengua materna, acentuando la construcción de símbolos y significados. Por eso, es muy importante hablarles a los niños desde la gestación, ponerles música en diferentes ritmos y ser muy gestuales al hablarles, estableciendo canales de comunicación en donde escuchar esté presente. Por ejemplo, si tienes un grupo de niños o niñas de un año, ¿has notado que se emocionan al escuchar un cuento y cuando cambias la voz?, ellos con su gestualidad imitan también el cambio de tono de voz o representan con sus cuerpos a los animales. 

Es el proceso individual que realiza cada niño o niña para expresarse a través del lenguaje verbal. Para lograrlo, existe la interiorización de la escucha en donde los niños y las niñas logran desde una construcción interna la conexión con la expresión del pensamiento. Este proceso se desarrolla y ocurre desde el diálogo de los niños y las niñas con su entorno e inicia desde el balbuceo y más adelante la conjugación de palabras. ¿Te ha pasado que ves a un niño o niña manteniendo una conversación por varios minutos, en donde hace gestos, mueve sus manos y, a pesar de que aún solo es balbuceo, logra comunicar que quiere una canción o narra un cuento desde ese lenguaje? Ahí ya tiene claridad en la forma de comunicar y poco a poco reproducirá palabras y frases. 

Es la habilidad que se relaciona directamente con la capacidad de observación y la construcción de estructuras mentales que le permiten al niño identificar, conocer y reconocer los signos, imágenes, representaciones sociales y culturales. Es un proceso que también realiza cada niño de manera individual y, aunque hablamos de la lectura literal como la unión de códigos convencionales, los niños y las niñas realmente desde muy pequeños leen. Por ejemplo, leen la gestualidad de sus padres al hablarles o leen imágenes en cuentos, revistas o vallas publicitarias. 

Es una de las habilidades más interesantes y complejas que desarrolla el ser humano, y no se trata solo de escuchar y plasmar palabras, va más allá. Se trata de la construcción del pensamiento para representar signos, un conjunto de signos que tienen significados diferentes. Se desarrolla como un proceso social, cultural y comunicativo. Los niños y las niñas hacen sus primeros trazos dibujados con su cuerpo, las rayas, los garabatos, las pseudoletras, hasta llegar al código convencional. A lo largo de su proceso escritural, los niños y las niñas narran lo que escribieron, con garabatos, líneas, pintura o pseudoletras. ¿Has visto cuando por ejemplo hacen la lista del mercado? Es una tarea cotidiana en casa, y su número de trazos suele ser en la mayoría de la cantidad de letras que ven que su familiar registra en el papel. Así, empiezan a apropiarse de este proceso gráfico como una forma de comunicación. 

Las habilidades del lenguaje permiten que los niños y las niñas se apropie del mundo, de su cultura, por eso las habilidades del lenguaje están estrechamente relacionadas con los procesos de aprendizaje de los niños y las niñas. Es fundamental fomentar el desarrollo de estas habilidades desde temprana edad para potenciar su comunicación y comprensión del entorno que los rodea.