La observación
La observación
La observación es una herramienta muy pertinente para el trabajo de los cuidadores, que consiste en activar todos los sentidos de manera intencionada para prestar atención a los comportamientos, acciones, interacciones y expresiones de los niños y las niñas. Por eso, es importante ser un observador participante, es decir, cuestionar, disponer materiales y dar herramientas para que los niños y las niñas construyan aprendizaje.
La observación permite recopilar información objetiva y relevante sobre el desarrollo, las habilidades, los intereses y las necesidades de los niños y las niñas. A través de la observación, los cuidadores pueden obtener una visión más profunda y completa de cada niño y cada niña, identificar sus fortalezas y retos, y adaptar sus estrategias para potenciar y favorecer las necesidades individuales.
Por eso, es importante en el momento de observar mantenerse presente y atento, evitando distracciones, para no perder detalles importantes. Al observar a los niños y las niñas, es importante estar plenamente presente, centrando nuestra atención en sus acciones, gestos, palabras y expresiones. Esto nos permitirá captar de manera más precisa y completa sus interacciones, descubrimientos y necesidades. Además, es recomendable llevar un cuaderno, hoja o dispositivo para tomar notas rápidas sobre lo que se observa, lo que dicen, cómo interactúan con los materiales, registrando los aspectos más relevantes.
La observación consciente y detallada nos brindará valiosa información para comprender y apoyar el desarrollo de los niños y las niñas de manera individualizada y significativa. También, a través de esta observación se puede tener en cuenta los avances del desarrollo, alertas y realizar documentaciones de los procesos.