Sencillas modificaciones en nuestra forma de interactuar con los niños nos llevarán a establecer una relación horizontal con ellos para co-co nstruir aprendizajes. La mayoría…
Cuando los niños y las niñas están en sus primeros años de vida, es natural que, como familias, nuestra reacción sea protegerlos y solucionarles todo.…
Reconocer al niño como sujeto participativo implica trascender la visión tradicional del infante como receptor pasivo de saberes. En cambio, se le concibe como protagonista activo de su propio proceso de aprendizaje, con voz, agencia y capacidad de incidir en su entorno. Esta perspectiva se fundamenta en enfoques constructivistas, socioculturales y de derechos, que valoran la experiencia, la curiosidad y el pensamiento crítico infantil como motores de desarrollo.
Durante nuestra práctica es importante reconocer la individualidad de cada niño, así como sus necesidades e intereses; los reconocemos como seres potentes, creativos, constructores de sociedad y la acompañamos entonces a desarrollar su pleno potencial.
El niño, visto como sujeto participativo, es un ser activo que aporta con sus ideas, emociones y formas de expresión a la construcción de su propio aprendizaje y de la vida en comunidad. Reconocerlo desde esta mirada implica escucharlo, darle voz en las decisiones que lo involucran y valorar sus aportes como significativos, entendiendo que su participación fortalece la autonomía, la confianza y el sentido de pertenencia en su entorno.
Siempre se debe tener en cuenta la participación activa y constante del niño, valorando sus gustos, intereses y necesidades, ya que estos aspectos son fundamentales para su desarrollo integral. En este proceso, el docente cumple el papel de mediador entre el niño y su entorno, generando experiencias significativas que fortalezcan el aprendizaje. Para ello, es importante emplear diversas herramientas pedagógicas, lúdicas y sensoriales que le permitan explorar, descubrir y acercarse de manera natural al mundo, comprendiendo su funcionamiento y construyendo progresivamente nuevos conocimientos.
El niño es el actor principal de su propio aprendizaje a través de cada uno de los sentidos, de sus emociones y de los sucesos que cuena y comparte con los que están alrededor
un maestro es socio del niño cuando lo reconoce como el constructor de su propio aprendizaje , cuando permite que explore , esta atento a escuchar sus ideas y valida sus emociones .
Implica reconocerlo como un individuó activo y con capacidad de influir en su entorno y en las decisiones que le afectan.
Se le debe brindar la oportunidad de expresar sus opiniones, ser escuchado y tomar parte en actividades que involucren su desarrollo y bienestar.
Reconocer al niño como sujeto participativo implica trascender la visión tradicional del infante como receptor pasivo de saberes. En cambio, se le concibe como protagonista activo de su propio proceso de aprendizaje, con voz, agencia y capacidad de incidir en su entorno. Esta perspectiva se fundamenta en enfoques constructivistas, socioculturales y de derechos, que valoran la experiencia, la curiosidad y el pensamiento crítico infantil como motores de desarrollo.
Durante nuestra práctica es importante reconocer la individualidad de cada niño, así como sus necesidades e intereses; los reconocemos como seres potentes, creativos, constructores de sociedad y la acompañamos entonces a desarrollar su pleno potencial.
ChatGPT Plus
El niño, visto como sujeto participativo, es un ser activo que aporta con sus ideas, emociones y formas de expresión a la construcción de su propio aprendizaje y de la vida en comunidad. Reconocerlo desde esta mirada implica escucharlo, darle voz en las decisiones que lo involucran y valorar sus aportes como significativos, entendiendo que su participación fortalece la autonomía, la confianza y el sentido de pertenencia en su entorno.
Siempre se debe tener en cuenta la participación activa y constante del niño, valorando sus gustos, intereses y necesidades, ya que estos aspectos son fundamentales para su desarrollo integral. En este proceso, el docente cumple el papel de mediador entre el niño y su entorno, generando experiencias significativas que fortalezcan el aprendizaje. Para ello, es importante emplear diversas herramientas pedagógicas, lúdicas y sensoriales que le permitan explorar, descubrir y acercarse de manera natural al mundo, comprendiendo su funcionamiento y construyendo progresivamente nuevos conocimientos.
El niño es el actor principal de su propio aprendizaje a través de cada uno de los sentidos, de sus emociones y de los sucesos que cuena y comparte con los que están alrededor
un maestro es socio del niño cuando lo reconoce como el constructor de su propio aprendizaje , cuando permite que explore , esta atento a escuchar sus ideas y valida sus emociones .
Implica reconocerlo como un individuó activo y con capacidad de influir en su entorno y en las decisiones que le afectan.
Se le debe brindar la oportunidad de expresar sus opiniones, ser escuchado y tomar parte en actividades que involucren su desarrollo y bienestar.