Familia que acompaña y empodera a los niños y las niñas

Cuando los niños y las niñas están en sus primeros años de vida, es natural que, como familias, nuestra reacción sea protegerlos y solucionarles todo. Queremos alcanzarles juguetes, llevarles la comida a la boca o cucharearlos, ya que los vemos como seres frágiles. Sin embargo, a medida que cambiamos nuestra perspectiva, empezamos a reconocer el potencial y la capacidad que tienen.

En casa, podemos fomentar su desarrollo promoviendo su participación activa en los procesos de aprendizaje. Por ejemplo, cuando comen, podemos invitarlos a que lo hagan solos, explorando texturas y olores, sin importar que ocasionalmente tiren comida al piso, pues están en una etapa de descubrimiento e interacción con el mundo. 

Otra manera de empoderar a los niños y las niñas es tratándolos con respeto y escuchándolos. Podemos hablarles estando a su nivel, saludarlos a su altura y evitar hablarles como si no pudieran comprender. Confiar en su potencial para comunicarse con diferentes lenguajes, incluyendo gestos y palabras, es fundamental para su desarrollo comunicativo. 

Además, involucrarlos en las tareas del hogar puede ser muy beneficioso. Acorde a su edad, podemos pedirles que recojan sus juguetes, que ayuden a poner la mesa o realicen otras tareas sencillas. Establecer acuerdos juntos les permite sentirse parte importante de la familia y desarrollar habilidades de responsabilidad. 

Al cambiar nuestra perspectiva y ver a los niños y las niñas como seres llenos de potencial, les brindamos oportunidades valiosas para su aprendizaje y desarrollo. Empoderarlos, involucrarlos y respetar sus capacidades contribuye a formar individuos seguros, confiados y autónomos desde la gestación. Es un camino en el que crecemos juntos como familia y fortalecemos el lazo de amor y confianza. 

 

Descubre el potencial de los niños y las niñas y permíteles ser protagonistas de su propio aprendizaje. Con amor y respeto, acompaña un camino de empoderamiento y confianza para un presente futuro mejor 

 

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Respuestas

  1. Desde la familia se debe tener un cambio en la forma de ver y tratar a los niños y niñas especialmente en la primera infancia y niñez, donde queremos resolverles la vida según nuestras costumbres y educación. Debemos verlos como los artífices de su propia vida donde los adultos los vamos acompañando y orientando para que ellos se vayan desarrollando integralmente.

  2. el rol de todas las familias es la orientación, guía de ejemplos saludables, sanos, afectivos, responsables en la medida que los niños sean los protagonistas y constructores de su desarrollo integral, sin embargo la realidad que cada día se evidencia de educar a los hijos es dejada a los celulares o aparatos tecnológicos

  3. En el acompañamiento que se les brinde a los niños es imortante tomar en cuenta que son seres pensantes que tienen capacidades diversas para resolver situaciones, así su desarrollo físico y emocional no se vea limitado.

  4. Muchas veces los adultos somos los que no permitimos que los niños se enfrentes a situaciones que les ayuda a crecer, muchas veces los limitamos pensando que no pueden realizar determinada tarea y la hacemos por ellos, los mensajes que les enviamos es que no pueden. Es necesario entender y respetar los procesos de desarrollo de los niños.