El niño, un ser potente y protagonista de su proceso de aprendizaje

Sencillas modificaciones en nuestra forma de interactuar con los niños nos llevarán a establecer una relación horizontal con ellos para co-co nstruir aprendizajes.  

La mayoría de las veces cuando pensamos en los niños y las niñas caemos en el error común de entenderlos como seres frágiles, que necesitan del adulto para realizar todas las cosas de su vida. Y aunque es cierto que necesitan de nuestro acompañamiento; es muy importante ampliar nuestra mirada y entenderlos como seres plenos de derechos y capacidades para su desarrollo integral. Cuando como maestros, nos comprometemos a realizar cambios en la práctica docente para reconocer la individualidad de cada niño, así como sus necesidades e intereses; los reconocemos como seres potentes, creativos, constructores de sociedad y los acompañamos entonces a desarrollar su pleno potencial.  

Sencillas modificaciones en nuestra forma de interactuar con los niños nos llevarán a establecer una relación horizontal con ellos para co-construir aprendizajes.  

Por ejemplo, empezamos a relacionarnos diferente con los niños y las niñas cuando nos agachamos a su altura para hablar con ellos. Los entendemos como protagonistas de su aprendizaje cuando disponemos los materiales a su nivel para que sean ellos quienes deciden con qué quiere jugar o explorar; validamos su voz y sus necesidades cuando construimos acuerdos juntos en el aula. Como adultos que acompañan estos procesos de desarrollo también reconocemos la influencia del ambiente y del arte en los mismos. Con ayuda del arte buscamos proporcionar un entorno enriquecedor, seguro y estimulante que fomente su curiosidad y creatividad. El arte desempeña un papel significativo en su proceso de aprendizaje, ya que, a través de diversos lenguajes artísticos como el lenguaje plástico, el escénico, el sonoro y el audiovisual, los niños tienen la oportunidad de explorar y comunicar sus emociones, ideas y pensamientos, interactuando con materiales tangibles e intangibles.  

El arte les brinda una vía única para expresarse y desarrollar su creatividad, al tiempo que aprecian la belleza que los rodea y estimulan su imaginación y sentido estético. Comprendemos que cada niño es único, con sus propias necesidades, intereses y talentos.Por eso, nuestras experiencias se centran en el niño como un ser integral, considerando su relación con la familia, otros niños, los maestros, la comunidad y la sociedad en general. Reconocemos que cada niño trae consigo una maleta cargada de saberes provenientes de su cultura y dinámicas familiares.  

Como maestros, acompañamos a los niños en su búsqueda de sentido de la vida y de las cosas desde su nacimiento. Creemos en su potencial y los motivamos a establecer relaciones significativas y enriquecedoras. Nos maravillamos con su capacidad para ver el mundo de manera diferente, por ejemplo, asombrándose con el vuelo de las mariposas y estableciendo hipótesis desde su relación con el entorno. Aprendemos a apreciar las cosas pequeñas y simples a través de ellos. 

 

Observamos detenidamente los espacios y elementos que conforman su entorno, sensibilizándonos ante la belleza y entendiendo que la belleza es una expresión de la dignidad que merece el niño. Por eso, cada espacio debe estar limpio y propicio para que los niños interactúen con él. 

Invitamos todos los maestros a creer en el potencial y las capacidades de los niños y a disfrutar de construir de construir aprendizajes juntos. 

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Respuestas

  1. Cuando entendemos realmente el significado del ser socios y empezamos a hacer parte de ese intercambio de conocimientos con los niños, reconociéndolos como seres válidos, cargados de saberes y capaces de empoderarse de su propio aprendizaje, iniciamos una relación de respeto y crecimiento mutuo con ellos.

  2. como se menciono anteriormente en un artículo niños y maestras somos un equipo para construir sobre lo construido, desde el reconocimiento individual y el impulso que se debe generar para que ellos se reconozcan como seres capaces de interactuar, aprender y ofrecer aprendizajes

  3. cuando entendemos que les brindamos bases para ser autónomos, que sus voces son pensamientos que nos ayudan a enriquecer las practicas pedagógicas, cuando valoramos sus logros, cuando reconocemos sus potenciales, cuando hablamos con respeto…entre estas y muchas más estamos reconociéndolo como un sujeto de derecho, desde sus vivencias y no desde una convención de derechos.