Qué preguntar

¿Qué preguntar?

En ocasiones, como educadores o cuidadores, podemos sentirnos indecisos sobre qué preguntar. Es importante tener en cuenta que no es necesario hacer preguntas todo el tiempo, pero si estamos atentos y observamos constantemente a los niños en sus experiencias, seguramente encontraremos el momento adecuado para formular preguntas relacionadas con sus intereses o hipótesis.

Al estar en sintonía con los niños y niñas, podemos identificar cuándo es oportuno intervenir con preguntas que promuevan su curiosidad y les permitan reflexionar sobre lo que están viviendo. Estas preguntas pueden estar basadas en lo que están explorando, descubriendo o cuestionando en ese momento.

A continuación, encontraras algunas ideas:

Por ejemplo, si vemos que un niño está concentrado construyendo una torre con bloques, podríamos preguntarle: ¿Qué estás creando con esos bloques?, ¿Cómo decidiste el orden en que los dispones?, o ¿Qué pasaría si añadieras más bloques en la parte superior?. Estas preguntas, ya están invitando al niño analizar y buscar respuestas por medio de la exploración o de otras preguntas.  

Relacionadas con lo que están investigando o haciendo. Por ejemplo, si están construyendo un túnel para llevar sus carros a otra ciudad y no saben por dónde empezar, puedes hacerles preguntas como: “¿El túnel es oscuro o tiene luz?” Esta pregunta les dará ideas para decidir si ponen bloques arriba o si han avanzado lo suficiente. Luego, puedes preguntarles: “¿Qué tipo de carros pasarán por ese túnel, automóviles o camiones?” Esto también les ayudará a comprender el tamaño adecuado para el túnel. Así podrán darse cuenta de que no todos los túneles son iguales y que hay diferentes tipos. 

Es importante que las preguntas no tengan respuestas obvias, sino que inviten a los niños a profundizar en el tema. Por ejemplo, en lugar de preguntar: “¿Estás pintando de morado?”, podrías preguntar: “¿Por qué decidiste usar el color morado? ¿Sabes qué colores componen el morado?” De esta manera, los niños se verán motivados a reflexionar y asociar la pregunta con sus conocimientos previos, lo que les ayudará a expandir su comprensión. 

Es esencial que las preguntas no busquen siempre una respuesta específica, ya que el objetivo principal es estimular el pensamiento crítico y la creatividad de los niños. Por ejemplo, podrías preguntar: “¿Por qué crees que ese color se llama morado?” Los niños pueden responder de diversas formas, lo que les permitirá desarrollar sus propias ideas y cuestionamientos. 

Las preguntas son muy efectivas para fomentar el interés y la curiosidad en los niños. Al hacerles preguntas desafiantes y abiertas, se les da la oportunidad de explorar y descubrir por sí mismos, lo que ha llevado a surgir nuevos cuestionamientos en ellos. Estos cuestionamientos son el motor para seguir aprendiendo y descubriendo, lo que enriquece enormemente su experiencia de aprendizaje. 

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