Ambientes seguros
Ambientes seguros
Cuando hablamos de ambientes seguros nos referimos los diversos espacios que favorecen un adecuado desarrollo físico, mental, emocional y social de los niños y niñas, en los cuales se establece la promoción de sus derechos fundamentales desde un marco de protección.
Por ello a continuación hablaremos de la importancia de los ambientes seguros para la primera infancia:

Los ambientes seguros deben permitir que los niños y las niñas jueguen, exploren, observen y descubran mil maneras de manifestar sus inquietudes, intereses y preferencias. Cuando esto sucede los ambientes se convierten en un tercer maestro, un vehículo que potencia las experiencias significativas que se desarrollan en estos espacios.
Es importante reconocer que cuando hablamos de ambientes seguros, no solo nos referimos a los espacios físicos donde los niños y niñas interactúan, como por ejemplo la escuela, el parque, o su hogar; sino también a todo aquello que les provee seguridad, calidez, armonía y protección; permitiendo su desarrollo integral.


Los maestros y maestras que acompañan a los niños deber creer en la importancia de los ambientes seguros, no solo para el desarrollo del pleno potencial de los niños, sino también para curar heridas emocionales que les hayan quedado como producto de situaciones vividas en el pasado; y en la gestión de situaciones difíciles que estén viviendo en el presente.
Promover enfoques inclusivos en la educación, es un elemento fundamental que hace parte de la construcción de los ambientes seguros, porque asegura que todos los niños y niñas se sientan tranquilos para relacionarse y en capacidad de desarrollar experiencias sin importar sus características étnicas, discapacidades o creencias religiosas, entre otras.


Las interacciones cálidas son otro de los elementos que hacen parte del establecimiento de ambientes seguros para los niños y niñas; porque aseguran que se sientan tranquilos para jugar, explorar, investigar y adquirir aprendizajes significativos.
Los ambientes seguros para nuestros niños y niñas van más allá de un espacio en donde se realice alguna actividad, es un lugar en donde el niño o la niña interactúe con otros puede ser en su casa, en su jardín, en una biblioteca, etc, en los que ellos logren estar felices y tranquilos, sea un lugar seguro y no sufran lesiones o accidentes, muy importante estar bajo el cuidado de unas personas responsables, como sus familiares, cuidadores o maestras que garanticen también un cuidado integral teniendo en cuenta sus emociones y dimensiones del desarrollo.
En una realidad como la colombiana, en donde vemos tristemente que se vulneran con frecuencia los derechos de las personas, en especial los derechos de los niños y las niñas, es vital que reconozcamos la responsabilidad que tenemos en garantizarles ambientes seguros para su desarrollo integral, más aún cuando nuestro rol implica un trabajo directo con ellos, sus padres, sus cuidadores o actores que tienen incidencia directa en su crianza. Debemos sembrar semillas de cuidado y ser garantes de que ello ocurra en diferentes contextos: el hogar, la escuela, el barrio y todos los espacios que habitan.
Cómo docente y adulto debemos darle la seguridad a los niños y niñas de poder aprender en un ambiente seguro con todas las herramientas para poder seguir aprendiendo cada día.
Los ambientes seguros generan en nuestros niños y niñas el gozo en cada una de las experiencias propuestas.
Es importante establecer políticas públicas que permitan que los ambientes seguros se aprendan y sean reconocidos en todos los ámbitos de la sociedad, no sólo para aquellas personas que tienen vínculos con infancias sino para todo, permitiendo reconocer los espacios seguros como algo inherente.
Los ambientes seguros deben permitir el libre desarrollo del niño haciedo uso de loa diversas actividades programadas para tal fin.
crear y mantener ambientes seguros para la niñez es una responsabilidad compartida por la sociedad en su conjunto. Estos espacios no solo protegen a los niños de daños físicos y emocionales, sino que también les permiten florecer, aprender y desarrollarse en su máximo potencial. La seguridad es un derecho fundamental de la niñez que debemos preservar y fortalecer.
Los ambientes seguros deben permitir el juego, la exploración, la observación y el descubrimiento. Así como también, promover enfoques inclusivos, logrando que todos los niños y las niñas se sientan tranquilos y puedan relacionarse sin importar sus características étnicas, discapacidades o creencias religiosas. Además, permiten el desarrollo pleno de los niños y las niñas incluyendo su mundo emocional.
Como docentes propiciamos los ambientes seguros para los niños a través de las interacciones que logramos a través del tiempo a actividades que realizamos con ellos.
Un ambiente seguro es una oportunidad para cambiar vidas, para dar mejores oportunidades y poder ayudar a superar situaciones que de una u otr forma marcaron a esos niños y niñas en algún momento de sus vidas