La imagen del niño en la cotidianidad

La imagen del niño en la cotidianidad

La imagen del niño y la niña es la representación que tenemos de ellos en la sociedad y puede estar influenciada por estereotipos y creencias culturales. Es crucial cambiar la imagen tradicional que tenemos de ellos como seres frágiles y dependientes, y reconocer su potencial y capacidad para aprender y desarrollarse. Al verlos como seres competentes y activos en su aprendizaje, se fomenta su autoestima, confianza y actitud positiva hacia los desafíos. Es esencial brindarles un entorno seguro y estimulante donde sean valorados y empoderados para ser protagonistas de su propia historia. 

Aquí encontrarás tres preguntas y sus respuestas que te ayudarán a transformar de la mirada que tienes sobre los niños y las niñas: 

Para lograrlo, es fundamental comenzar a reconocer y valorar sus capacidades y potencialidades desde temprana edad. Debemos alejarnos de la sobreprotección y permitirles tomar decisiones y enfrentar desafíos acordes a su desarrollo, lo que les dará la oportunidad de desarrollar su autonomía y confianza en sí mismos. Un ejemplo de esto sería permitirles comer solos y explorar diferentes texturas de los alimentos. 

El impacto positivo de reconocer a los niños y las niñas como seres competentes y capaces en su día a día es significativo. Al fomentar una imagen positiva y empoderadora, estamos promoviendo el desarrollo de una autoestima saludable, una actitud proactiva hacia el aprendizaje y una mentalidad de resiliencia ante los retos que puedan enfrentar. Esto contribuye a su bienestar emocional y su desarrollo integral. Un ejemplo concreto es que los niños y las niñas se sienten más seguros al expresar sus intereses y gustos frente a la familia y sus compañeros de clase. 

Como adultos, podemos tomar acciones concretas para fomentar la imagen del niño y la niña como protagonistas activos de su aprendizaje y desarrollo en la vida diaria. Podemos empezar por escuchar activamente sus opiniones y preguntas, brindándoles espacio para expresarse y ser parte de la toma de decisiones. También podemos motivar su participación en tareas cotidianas y permitirles asumir responsabilidades acordes a su edad y capacidad. Además, es importante estar en constante comunicación con ellos, a través de preguntas y propuestas, para fomentar una mentalidad de aprendizaje y crecimiento constante. Un ejemplo sería involucrarlos en la planeación y ejecución de actividades en casa, como de cocinar juntos, guardar los juguetes o lavar la loza. 

Conoce más artículos como este en nuestra sección de Contenidos gratuitos.

Artículos relacionados