Habiliddaes del siglo XXI

Habilidades del siglo XXI

Es esencial reconocer que los niños y las niñas son seres capaces y llenos de potencial desde una edad temprana. Al brindarles las oportunidades adecuadas para desarrollar sus les permitimos crecer de manera integral y enfrentar con éxito los desafíos que se les presenten en la vida.  

En literatura reciente se ha encontrado que algunas de estas habilidades, conocidas hoy en día como habilidades del siglo XXI, son aquellas que son fundamentales porque se enfocan en desarrollar la parte socioemocional y conductual de cada individuo, las cuales son fundamentales para promover el éxito personal y profesional. 

A continuación, te doy algunos ejemplos de cómo podemos promover el desarrollo de este tipo de habilidades en los niños y las niñas: 

Imagina que los niños y las niñas están jugando con bloques de construcción y desean construir una torre alta. Sin embargo, se dan cuenta de que no tienen suficientes bloques del mismo tamaño. ¿Qué podrías hacer? En lugar de entregarles una solución; invítalos a encontrarla por sí mismos. Has preguntas que los lleven a pensar, por ejemplo, e diferentes formas de organizar los bloques que ya tienen. De esta forma, pueden ejercitar su pensamiento crítico al encontrar soluciones creativas para estabilizar la torre utilizando bloques más grandes como base y equilibrando los más pequeños en la parte superior. 

Imagina que los niños y las niñas se involucran en una experiencia de teatro de títeres. Cada uno toma un títere y están jugando juntos para crear una historia. Durante la presentación, se comunican a través de gestos, cambiando el tono de voz y otros en cambio escuchan, gritan emocionados y realizan potras propuestas para el personaje de los títeres. Este tipo de experiencias efectivamente les ayuda a fortalecer su comunicación, y tú, como adulto, lo que debes hacer es promoverla y respetar que sean los niños quienes la lideren; quienes creen la historia y quienes impriman los diferentes tonos, narrativas y desenlaces a la misma. 

Invita a un grupo de niñas y niños para que trabajen en un proyecto. Imaginemos que lo han denominado taller de diseño. Este taller está dividido en varias secciones: una es de modelado, la otra de pintura, la otra de planos. Cada uno de los niños y las niñas se ubica libremente en la sección en la que quiere participar; y empieza a aportar a este proyecto desde su interés, gusto y saberes previos. Como pronto te darás cuenta, este tipo de experiencias promueve, a través de la colaboración y la distribución de responsabilidades, que los niños y las niñas logren crear una producción conjunta que refleja los intereses y voces de todos.

Los niños y las niñas son creativos por naturaleza y en todos los momentos del día están resignificando los materiales, creando historias proponiendo juegos en donde surgen miles de personajes. Es muy común ver momentos en los que por ejemplo encuentran un pedazo de cartón rectangular del tamaño de su mano y algunos niños y niñas jueguen a que es un celular, otros la usen como sombras e imiten maquillarse, o quizás otro diga que es un control de un televisor. Como te das cuenta, al promover el juego libre con materiales desestructurados logras que cada uno le da un significado diferente a ese material y que además lo asocien a una historia o propuesta de juego; fortaleciendo así su habilidad creativa. 

Durante experiencias como por ejemplo una caminata al aire libre, los niños y las niñas se muestran curiosos acerca de las plantas y los insectos que encuentran. Para fortalecer su aprendizaje continuo es importante que dialogues con ellos sobre eso que llama su atención, haciéndoles preguntas que los lleven a cuestionarse, a explorar y a querer saber más sobre sus intereses. Acompáñalos a descubrir las respuestas a esas preguntas y fomentarás así su deseo de seguir aprendiendo sobre la naturaleza y el medio ambiente. 

Es importante que desde que los niños y las niñas llegan a nuestro cuidado, se sientan seguros, lo que como sabes logramos a través de la empatía hacia sus emociones. Deben poder expresar sus sentimientos de la forma en que puedan hacerlo, ya sea llorando, estando tristes o enojados; y tu como acompañante debes reconocer esas emociones y validarlas. Por otro lado, es necesario que sientan que pertenecen al jardín o centro en el que están, destacando sus culturas y costumbres, fomentando así un sentido de pertenencia tanto para las familias como para ellos. Una forma de fortalecer este sentido de pertenencia puede ser, por ejemplo, crear la semana de las costumbres y tradiciones en donde los niños y las niñas junto con sus familias comparten esas costumbres y tradiciones de sus casas, que puedan quedar plasmadas para en su aula y que quizás detonen experiencias de juego y exploración. 

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