Escuchar vs oir
Escuchar vs Oir
En los procesos pedagógicos y de cuidado con primera infancia, reconocemos que el acto de escuchar va más allá de simplemente oír sus palabras. Implica una conexión profunda y una comprensión de sus pensamientos, emociones y necesidades.
A continuación, veras los beneficios que trae en las relaciones la escucha.
Escuchamos con todos los sentidos: Oír implica recibir y
percibir los sonidos, la escucha implica ir más allá. Va más profundo,
involucrándonos emocionalmente y prestando atención a las señales no verbales
que los niños y las niñas nos transmiten. Es la capacidad de captar y
comprender las emociones, los gestos, expresiones faciales y el lenguaje
corporal que nos permiten conectar y entender de manera más completa su
experiencia. La escucha nos ayuda a interpretar su mundo interior y a responder
de manera empática y efectiva a sus necesidades emocionales y físicas.
Dejamos de oír y empezamos a escuchar, cuando se crea un
entorno seguro y respetuoso donde los niños se sienten escuchados y valorados,
es importante mostrar un genuino interés y prestar atención plena a lo que los
niños dicen y expresan. Por ejemplo, cuando un niño menciona que el carro es
azul, en lugar de simplemente responder “sí, lo vi”, podemos profundizar
en la conversación preguntando qué tono de azul, como el de mi camiseta, o si
es diferente, a lo que el podrá responder no, como el de los zapatos de Juana.
Esta indagación nos permite llegar a explorar la diversidad de colores y
estimula la participación de los niños, incluso aquellos que solo producen
onomatopeyas, quienes pueden empezar a imitar sonidos de carros como
“rummm rummm”. Al escuchar activamente, también podemos incorporar
propuestas relacionadas con carros en el aula, como traer juguetes de carros o
construirlos juntos.
Escuchar a los niños y las niñas beneficiará a tu grupo en
la construcción del aprendizaje: Por ejemplo, pueden iniciar un proyecto sobre
la naturaleza y los animales, desde escucha como cuidador al descubrir a un
niño mirando por la ventana y produciendo el sonido de las aves. Muestra tu
interés en lo que los niños y las niñas ven y escuchan, animándolos a señalar y
nombrar los pájaros que observan. Al escuchar atentamente sus respuestas y
expresiones de emoción, se les muestra que sus voces son valoradas y que sus
experiencias son importantes. Además, se pueden utilizar preguntas sencillas
como “¿Qué hace el pájaro?” o “¿Dónde vive?” para invitar a los niños y las
niñas a compartir sus observaciones y desarrollar su lenguaje. Esta experiencia
les brinda la oportunidad de participar activamente, explorar el entorno
natural y aprender sobre los diferentes tipos de aves, al tiempo que se
fortalece su conexión emocional con el mundo que les rodea.
Escuchar a los niños y las niñas es un regalo invaluable que
nos brindamos. A través de la escucha, podemos comprender sus necesidades,
fortalecer su autoestima y construir relaciones significativas con ellos. Al
hacerlo, les estamos transmitiendo el mensaje de que sus voces son importantes
y valoradas. Te invitamos a dejar de oír a los niños y las niñas que tienes a
cargo y empieza a escucharlos con todos los sentidos, seguramente construirán
muchos aprendizajes juntos