Ambienta un espacio acogedor en casa con linternas, sábanas blancas, una pared clara, almohadas, objetos del hogar, entre otros elementos que se te ocurran, e invita a tu hijo a vivir experiencias de luz y de sombra. En un primer momento puedes acompañarlo y orientarlo a través de las siguientes preguntas: ¿cómo lo podrías crear?, ¿qué elementos tenemos para ambientar?, ¿qué imaginas hacer en este lugar?, ¿qué experiencias podemos desarrollar en un espacio con luz y cuáles en un espacio con sombra?; en otro momento, puedes permitirle explorar libremente sus posibilidades para que deje volar su imaginación.