¿Cómo acompañar a los niños a establecer y cumplir acuerdos?

Esta sin duda alguna resulta ser una de las preguntas que más ronda el pensamiento de los padres, maestros, cuidadores y de todas las personas que convivimos con los niños en el día a día, porque sugiere en su respuesta una verdad reveladora que hace más tolerable la convivencia y las experiencias que acompañamos.  

Para hablar de cómo debemos actuar cuando no se cumplen los acuerdos establecidos con los niños, es importante analizar cómo se han generado estos acuerdos, quienes los han establecido, si los hemos hecho con ellos  y como se han estructurado las dinámicas que compartimos con los niños.

Sin lugar a duda, la situación actual ha obligado a toda la humanidad a reestructurar las dinámicas familiares y educativas en todos los aspectos, pero no nos ha eximido del rol de posibilitadores que acompañan el aprendizaje y desarrollo de los niños.  Por eso es tan importante apostarle al desarrollo psicosocial al interior de los hogares. Cuando nos encontramos en una situación de incumplimiento de acuerdos, lo primero que pensamos es en las consecuencias que han de venir, pero nos olvidamos por completo de entender las razones que llevaron al niño a incumplirlos.

Cuando los niños se empiezan a relacionarse desde una posición desafiante, debemos estar alerta porque nos están proponiendo un cambio en los canales de comunicación y los patrones de relacionamiento que hemos establecido con anterioridad; estas manifestaciones de comportamientos erráticos no son más que una comunicación clara de sentimientos de angustia, temor, frustración y una poca comprensión de las situaciones y reglas que quizá se han impuesto dentro de la dinámica familiar. En aeioTU creemos enérgicamente en los procesos de comunicación asertiva, por lo tanto, promovemos a través de las experiencias pedagógicas, el establecimiento de acuerdos al interior de las familias, ya que se convierten en una herramienta poderosa para reconocer y validar las ideas, emociones y pensamientos de todas y cada uno de los integrantes de la familia, así como también, trazar metas y propósitos individuales y colectivos.  

A lo largo de los años se ha creado una extraña idea de que los niños deben obedecer las órdenes y reglas que los adultos imponen, restándole cualquier posibilidad de ser analíticos, cuestionadores críticos y autónomos. Por esta razón en aeioTU promovemos la disciplina positiva como un medio para que las familias se relacionen con los niños de un manera distinta, entendiendo el porqué de las cosas que hacen y transformando las ideas que los adultos tienen frente al comportamiento, la manera de educar a los niños y el desarrollo de habilidades y competencias para la vida.  

Cuando se incumplen acuerdos en el hogar, la disciplina positiva sugiere no recurrir a acciones negativas para promover el aprendizaje de los niños, sino de construir relaciones que permitan tomar decisiones y resolver problemas teniendo en cuenta los pensamientos, y emociones de todos los integrantes de la familia, haciendo uso del equilibrio entre la firmeza, el respeto y la empatía.

El periodo de confinamiento ha generado sentimientos de angustia, temores y ansiedad generalizada en los niños lo cual los hace más irritables y propensos a incumplir las reglas o acuerdos que habíamos construido anteriormente, cuando esta situación suceda, es importante:  

·         No reaccionar de manera reactiva, esto indica evocar la tranquilidad y tomarnos el espacio para analizar y pensar la situación desde otra perspectiva a la que sugiere el enojo del momento.

·         Promover el diálogo, es importante que desde la comunicación asertiva nos acerquemos a la situación y escuchemos con atención las razones que manifiestan los niños en relación con el incumplimiento de los acuerdos.

·         Validar sus emociones, hacer sentir al niño comprendido, respaldado y tenido en cuenta, aun cuando se haya cometido un incumplimiento de los acuerdos.

·         Ayudarlo a pensar críticamente, realizando preguntas que eleven la capacidad de los niños de comprender la situación y sus consecuencias, por ejemplo, ¿Cómo crees afecta a toda la familia el hecho que incumplieras el acuerdo? ¿Qué vas a hacer para repararlo?

·         Promover la responsabilidad y empatía, es importante que el niño entienda que el incumplir los acuerdos tiene un impacto negativo en las demás personas, quebrantan la confianza y las relaciones, pero también, que existen los actos reparadores y los afrontamientos sanos.

·         Revisitar los acuerdos, cuando un proceso que involucra varias partes falla es importante considerar el todo de la situación, esto implica entender el acuerdo, las condiciones en las que se establecieron, los beneficios y perjuicios que contiene el acuerdo y como podría ajustarse mejor a las dinámicas familiares.

·         Plantear oportunidades de mejora, descubriendo en este incumplimiento, una oportunidad para comprender mejor las situaciones, desarrollar recursos de afrontamiento y no reincidir en la falta.

Finalmente nos queda por reconocer que los adultos que rodean al niño, en su poder transformador, pueden crear unos mecanismos que favorecen la convivencia y fortalecer el comportamiento empático hacia los demás, invitando a los niños, a ser más participativos en la toma de decisiones, en la solución de conflictos y la regulación de sus emociones.

Y tú, ¿cómo actúas cuando los niños evaden los acuerdos establecidos?

Conoce más artículos como este en nuestra sección de Contenidos gratuitos.

Artículos relacionados

Respuestas

  1. Revisar el contexto del niño para detectar causas. La invitación a que el niño descubra sí la acción es asertiva o no mirando las consecuencias de la misma.

  2. Muy interesante ya que en este momento estoy pasando por está situación, con mi hijo siempre hacemos acuerdo o tratos , pero el siempre los incumple y me dice que soy yo la que no los cumplió.

Se han desactivado los comentarios.