Busca un espacio en casa tranquilo y acogedor, dispón diversos alimentos en él e invita a tu hijo a que te ayude a preparar un refrigerio saludable. En ocasiones puedes acompañarlo y guiarlo a través de preguntas que promuevan su pensamiento lógico- matemático como ¿qué te gustaría preparar?, ¿para cuántas personas vamos a hacer este refrigerio?, ¿qué cantidad de cada alimento se necesita?, ¿cuántos platos usarás para servir? También puedes permitirle explorar diferentes maneras de preparar los alimentos para hacer de esta experiencia algo creativo y divertido.