Plantilla – IRC – (Infografía)

Recomendaciones para fortalecer la dimensión cognitiva en los niños

La dimensión cognitiva hace referencia a la forma en la que los niños comienzan a descubrir el mundo a partir de la relación con su entorno desde los primeros años de vida, en los que logran comprender y generar esas conexiones mentales las cuales les permiten obtener información de ese contexto. Estos procesos permiten que el niño logre percibir, interactuar, relacionarse e interpretar su realidad. Una realidad que perdurará hasta su etapa adulta.  

Para fortalecer la dimensión cognitiva, te compartimos las siguientes recomendaciones:  

Permitirles manipular las cosas: El contacto con los objetos permite a los niños identificar diferentes características reconociendo colores, formas, tamaños o nociones de cantidad. Por ello, es importante ofrecerles diversidad de materiales, no solo didácticos sino naturales, reciclados o industriales, que permitan que los niños los manipulen y creen con ellos. Palitos, hojas secas, troncos, retazos de tela, algodón o plumas pueden ser algunas ideas. 

Invitarlos a comparar objetos y los de sus compañeros: esto les permitirá desarrollar habilidades de organización y clasificación de elementos de acuerdo a diferentes características. Puedes crear junto con ellos cajas de clasificación con materiales reciclables en los que podrán organizar sus juguetes al final de cada día de acuerdo a la forma, el tamaño o al color. También puedes llenar botellas con diferentes cantidades de agua para identificar cuál está más llena y cuál más pesada.  

Acompañarlos a identificar nociones del tiempo: para ello puedes crear con los niños una herramienta pedagógica llamada los momentos del día en el que ellos realicen dibujos referentes a cada momento de su rutina diaria. Además, puedes acompañar la herramienta con el nombre de los días de la semana o con imágenes reales que les permitan identificar si determinada acción se realiza de día o de noche, o en qué espacio se llevan a cabo, por ejemplo, almorzamos en el comedor y nos cepillamos los dientes en el baño.  

Promover experiencias que los lleven a procesos de conteo: según la edad de los niños que acompañas, puedes promover ejercicios de conteo en momentos cotidianos. Por ejemplo, que alguno cuente la cantidad de niños que vinieron hoy al salón, contar los pasos que hay del aula al baño, contar las escaleras que hay para bajar al parque, si es el caso, o contar cuánto nos demoramos lavándonos las manos. Todos estos ejercicios les permitirán realizar conteos, reconocer el número y relacionarlo con su cantidad. 

Acompañar sus descubrimientos con preguntas movilizadoras: reconociendo que los niños en sus primeros años están en búsqueda de respuestas sobre todo lo que sucede a su alrededor, queriendo descubrir cómo y para qué funcionan las cosas, es importante acompañarlos con preguntas que movilicen su pensamiento.  Dependiendo los intereses que demuestren, puedes hacer preguntas que despierten su curiosidad. Por ejemplo, si están interesados en el interruptor del bombillo, puedes preguntarles cómo creen que funciona, qué hay detrás de la pared o cómo llega la luz a las casas. 

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