La relación entre el desarrollo comunicativo y el desarrollo creativo

¿Cómo leer cuentos a los niños?

La relación entre el desarrollo comunicativo y el desarrollo creativo

Existe una relación estrecha entre el desarrollo comunicativo y el desarrollo creativo en la lectura de cuentos, pues a través de la palabra, de lo que se comunica con el cuerpo, con gestos, con sonidos o con voces; podemos crear mundos posibles, imaginar y entrar en un sinfín de oportunidades. Por ello, afirmamos que esa relación se da, cuando:  

El adulto dispone un ambiente propicio para leer. El sólo hecho de empezar la lectura de un cuento con una frase que invite al niño, puede permitir la apertura a la imaginación. “Sin sarabín, sin sarabán, que este cuento se abra ya”. Además, se pueden hacer preguntas movilizadoras, con los niños más grandes, para motivarlos a pensar en que historia habrá en esas páginas.  

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El adulto invita al niño a representar escenas de los cuentos. Y cuando hablamos de representar, no estamos precisamente hablando de una puesta en escena como tal. Nos referimos a proponer ejercicios que no están explícitos en la historia que estemos narrando. Por ejemplo: ¿Cómo creen que era esa casa de Pinocho?, o ¿Por qué creen que el lobo quería comerse a los 3 cerditos? Este tipo de preguntas les permiten a los niños argumentar y crear, quizá, una nueva historia.  

El adulto trasciende la lectura a una experiencia. A veces, después de una lectura de cuentos, podemos invitar a los niños a materializar o plasmar algo que les llamó la atención de la historia. ¿Qué tal pintar o dibujar el personaje favorito?, ¿qué tal crear una de las 3 casas de los 3 cerditos?, ¿qué les parece hacer los sonidos de los animales del cuento? o ¿qué tal si, con algunas prendas, personificamos a la abuela de este cuento?

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El adulto propone cambiar los finales o las versiones del cuento. Se pueden hacer este tipo de ejercicios para que los niños se den la posibilidad de crear otra historia. Podemos proponerles cambiar el final de la historia, involucrar a otros personajes o cambiar el lugar de la escena, por ejemplo, que caperucita ya no estaba en el campo sino en la ciudad. Para ello, se hace interesante jugar con el ¿qué pasaría sí?: ¿qué pasaría si el patito feo hubiera encontrado su mamá pata?, ¿qué pasaría si la liebre no se hubiera dormido en la carrera con la tortuga?, ¿qué pasaría si los enanitos no fueran 7, sino 20? 

El adulto invita a los niños a crear historias. Esta puede ser sin duda, una de las experiencias en las que los niños, más fortalecen sus procesos creativos. Por ello, es importante llevarlos a crear sus historias, imaginar sus personajes, el lugar donde pasará la historia y el relato en . Aunque los niños sean pequeños y aun no escriban, tienen muchas historias que contar y mucha imaginación. Por ello, si nosotros los acompañamos podemos crear historias fantásticas llenas de magia y color.  

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