
Las familias como socias

En el núcleo de las familias es donde comienza la vida y donde los niños y las niñas experimentan sus primeros años de desarrollo. Es allí donde se acercan a tradiciones, costumbres y estilos de comunicación, adquiriendo sus primeras experiencias con el mundo. A través de estas costumbres y tradiciones, se transmiten saberes y prácticas que hacen que cada familia sea única y especial. Por esta razón, cuando las familias confían el cuidado y el bienestar de sus hijos, se convierten en nuestros socios, ya que compartimos el objetivo común de brindarles una educación y cuidado de calidad.


Como socios, estamos llamados a participar activamente en el desarrollo de los niños y las niñas. Una acción muy sencilla pero significativa es invitar a las familias a ingresar al centro en el momento que lo deseen, manteniendo nuestras puertas abiertas. Esta acción tiene múltiples beneficios, como permitir diálogos cortos sobre la experiencia del día anterior, darles la oportunidad de ver los proyectos y propuestas de exploración, documentaciones y trabajos de sus hijos, e incluso animarlos a participar en alguna experiencia. Por ejemplo, si estamos trabajando en la huerta, un miembro de la familia que tenga conocimientos en siembra puede contribuir, mientras que otro puede ayudar buscando botellas para hacer macetas. De esta manera, tanto los niños y las niñas como las familias se sienten miembros activos en el aprendizaje de los niños. Esto genera un sentido de identidad con el centro y permite que los niños se sientan seguros y confiados en el lugar donde son dejados por sus familias, ya que se crea un vínculo sólido y colaborativo. Ser socios con las familias es un pilar fundamental en la educación y cuidado de los niños y las niñas, ya que juntos construimos un entorno enriquecedor y afectuoso que favorece su desarrollo integral.


Invita a tus familias a ser parte del proceso, ser socios nos permite enriquecer las prácticas como cuidadores.
Importante rescatar y valorar lo fundamental que es la familia en el proceso de aprendizaje de sus hijos haciéndolos participes activos puesto que de esta manera pueden evidenciar los cambios significativos de los niños y niñas en cada etapa de su vida aportar en su desarrollo, conocer mejor a sus hijos y estar dispuestos a potenciar cada una de las dimensiones del desarrollo.
En un país pluricultural como el nuestro, permitir que las familias intercambien esos conocimientos con el lugar de aprendizaje de sus hijos, enriquece ese intercambio de saberes y los afianza culturalmente al sentirse recocidos y respetados desde su origen
Es fundamental la participación de la familia en el desarrollo de sus hijos, de esta forma van observando y apoyando los logros y retos que van enfrentando sus hijos.
Me parece fabuloso que los llamen socios a las familias que los hacen partícipes en los procesos de aprendizaje, ya que se crea un ambiente de confianza y con ello van observando su desarrollo.
Me pareció fundamental hacer partícipes a las familias de los procesos de aprendizaje de las niñas y los niños.
De esa manera también cambian su mirada y van observando cómo se da el proceso.
Que importante tener una escuela de “puertas abiertas”
Eso habla de otra forma de entender y ver a los niños..
Crear lazos de confianza con las familias es fundamental para involucrarlas en los procesos de aprendizaje de sus hijos, no solo e lo relacionado a conocimientos, sino a su desarrollo en un amplio sentido, lo anterior a través del afecto y cariño que fortalezcamos en las familias pata con sus hijos.