Busca un lugar adecuado de tu casa al aire libre, puede ser el patio, la terraza o el jardín. Luego dispón algunos objetos como la bañera, una piscina y juguetes de plástico de diversos tamaños y colores que el niño pueda manipular sin riesgo. Dale una manguera y el traje de baño, y permítele a tu hijo sentir el agua, la brisa y un poco de sol. Mientras juega y se divierte hazle preguntas para dialogar sobre su experiencia: ¿cómo se siente el agua?, ¿qué puedes hacer con los juguetes?, ¿qué otros juguetes te gustaría integrar?
De esta forma, el niño relacionará y establecerá comparaciones de su entorno inmediato con otros lugares conocidos o visitados (aquellos que conoce cuando sale de casa).