Aportando al desarrollo integral

¿Cómo aportar al desarrollo del niño desde mi rol si no soy educador o padre de familia?

Desde cualquier profesión, todos podemos jugar un papel crucial en el desarrollo de los niños y las niñas de manera más intencionada. Ya sea como maestro, médico, ingeniero, comerciante o en cualquier otra profesión, cada interacción y acción que tengamos con los niños y las niñas, o cada decisión que tomemos que de una u otra forma los involucre; puede tener un impacto significativo en su crecimiento y bienestar.  

Aquí hay cinco ideas de cómo desde tu profesión, sin importar cuál sea, puedes contribuir al desarrollo de los niños y las niñas de tu comunidad: 

Independientemente de tu profesión, escuchar a los niños de manera empática es fundamental para fortalecer su confianza y autoestima. Por ejemplo, si eres un mecánico y un niño o niña llega a tu taller, curioso por saber cómo funcionan los carros, tómate el tiempo para escuchar sus hipótesis y cuestionamientos, y si es posible, muéstrale un carro por dentro y pregúntale cómo cree que funciona. Esto le ayudará en su construcción de aprendizaje. 

Todos podemos fomentar la creatividad en los niños y muchas veces no necesitamos recursos adicionales para lograrlo. Por ejemplo, si eres un ingeniero, puedes organizar bloques de construcción con material de reciclaje o de desecho de las obras que lideres y dejar algunos modelos o prototipos en los parques públicos, jardines o colegios para que los niños exploren su imaginación y habilidades de resolución de problemas. 

Independientemente de tu profesión; asegúrate de brindar información clara y concreta sobre los procesos que atañen tu trabajo cotidiano, en especial cuando éstos constituyen servicios a la comunidad. Por ejemplo, como profesional de la salud, puedes compartir con las familias sobre la importancia de una nutrición adecuada para el desarrollo cerebral de los niños y las niñas en sus primeros años de vida. O si trabajas como asistente en una oficina gubernamental de procesos administrativos, asegúrate de ser claro en información como tiempos de espera que tendrán los usuarios de tu servicio, de manera que si hay familias con niños puedan saber de qué manera organizar actividades para compartir con ellos mientras esperan, como por ejemplo leer cuentos, realizar juegos de palabras o incluso, por qué no, acompañarlos a dibujar o a jugar con material de construcción que tu puedas disponer en un lugar de la sala de espera. 

Cualquier profesional puede ser un modelo a seguir positivo para los niños y las niñas. Por ejemplo, si eres un comerciante, puedes permitirles interactuar en un pequeño espacio de tu almacén, seguro imitarán tu forma de tratar a los clientes con respeto y ofreciendo productos, lo que les permitirá seguir modelos de interacciones positivas. O si trabajas en una biblioteca puedes disponer de un espacio en el que los niños y las niñas puedan jugar a ser bibliotecarios y clientes; promoviendo así interacciones positivas entre ellos y sus pares. 

Unido al punto anterior, desde cualquiera que sea tu profesión puedes promover el aprendizaje de los niños y las niñas por medio de experiencias significativas. Por ejemplo, si trabajas en una galería de arte, podrías disponer materiales de reciclaje, pinturas, papeles, cartones y pigmentos para que los niños y las niñas experimenten con ellos y plasmen el mundo a su alrededor; o sus propias interpretaciones de las obras expuestas en tu galería. Con seguridad las familias estarán felices de ver a los niños interactuar de esta forma con el arte, inspirando su curiosidad y creando sus propias producciones. 

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