Actores Multisectoriales que cambian su mirada sobre los niños y las niñas
En muchas ocasiones, se tiende a pensar que los niños y las niñas son responsabilidad exclusiva de maestros, cuidadores y familias. Sin embargo, ellos son parte activa y fundamental de la sociedad, por lo que desde cualquier rol que desempeñes, ya sea si eres un enfermero, médico, administrador, constructor, arquitecto o si tienes cualquier otra profesión u oficio, tendrás la posibilidad de interactuar con niños y niñas.
Por esto, es importante que cambies esa mirada de que los niños y las niñas son seres frágiles y solo necesitan recibir conocimiento de los adultos. Ellos traen consigo una serie de aprendizajes construidos desde la relación con sus familias, incluso desde el vientre materno, y con el entorno. Por ejemplo, un niño o niña nacido en la costa, desde su concepción, está inmerso en una cultura de baile y movimiento, y los ritmos que escucha son particulares, le hablan de su cultura, de las características de su comunidad. Cuando va a la playa; seguramente camina descalzo sobre la arena, observa el movimiento del agua, recoge y juega con piedras y conchas. Este tipo de experiencias van ayudándole a descubrir y entender el mundo a su alrededor, a formarse percepciones sobre la vida y las cosas que lo rodean.
Los niños y las niñas son parte de la sociedad y, por lo tanto, deben ser tenidos en cuenta en las decisiones y dinámicas que atañen a la comunidad, incluso cuando creas que, desde tu rol, no estás en contacto directo con ellos. Por ejemplo, si eres arquitecto y estás planeando una obra que incluye un andén, puedes tener en cuenta el tamaño de los niños y las niñas y la mejor forma en la que ellos puedan usarlo sin depender de que sus familiares los alcen. Desde ahí, comienzas a cambiar la mirada que tienes de los niños y las niñas porque los reconoces también como ciudadanos. Si eres enfermera y trabajas en vacunación, puedes buscar que la experiencia para los niños y las niñas sea cálida; que se sientan tranquilos en medio del proceso. Esto lo logras dirigiéndote no solo a sus familiares, sino hablando directamente con ellos, saludándolos, siéntate a su nivel, explicándoles lo que va a suceder; u ofreciéndoles cuentos o juegos mientras que esperan. Estas simples acciones, como puedes darte cuenta, resignifican la experiencia para los niños y las niñas, reconociéndolos como participantes activos del proceso y, por qué no, transformando la experiencia de ir a vacunarse.
Incluso si tienes una tienda de barrio, puedes por ejemplo guardar los empaques y destinar un pequeño espacio para que los niños jueguen mientras sus padres compran, o instalar herramientas pedagógicas de clasificación y conteo como por ejemplo gráficos con frutas organizadas por colores o cantidades; o incluso ofrecer canastas de mercado pequeñas, elaboradas con material de reciclaje, en las que los niños puedan ir llevando algunos de los elementos que junto con sus familiares escogen; ese tipo de acciones harán una gran diferencia. En los paraderos de bus, puedes proponer un área de juegos realizados con pintura sobre los andenes; en el parque puedes incluir herramientas pedagógicas con invitaciones a fortalecer la motricidad gruesa, como por ejemplo laberintos; o incluso puedes gestionar con tu gobierno local la visita de bibliotecas ambulantes. Todas estas acciones hacen una gran diferencia y como ves, desde tu labor, cualquiera que sea, puedes generar cambios significativos en la sociedad. Recuerda que los niños y las niñas son ciudadanos creativos, competentes y constructores de sociedad, por lo que garantizar sus derechos y tratarlos con respeto es fundamental. Puedes comenzar por siempre saludarlos a su nivel, esta pequeña pero poderosa acción hará que los reconozcas como seres capaces y con potencial.
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LA práctica de leer cuentos estimula el desarrollo del lenguaje, a través de la pronunciación correcta de las palabras, les ayuda a superar retos y temores en ocasiones ocultos, a través de éstos cuentos puedan identificarse con algunos personajes del cuento; es un gran motivador pues fomenta en la escucha la atención, facilitando y mejorando la comunicación. Promueve el maravilloso hábito de la lectura recreativa a temprana edad.