Ayuda a tu hijo a experimentar el mundo de la cocina invitándolo a preparar una receta. Él gozará de poder ayudarte a mezclar, limpiar, revolver, amasar, estirar, batir y clasificar los alimentos; creando un espacio de comunicación y fortaleciendo vínculos afectivos a través de la cocina. Además, despertará en él la curiosidad y se le dará la posibilidad descubrir texturas, sabores, procesos y transformación que viven los alimentos.