¿Cómo invitar a las familias a tener prácticas responsables con el medio ambiente?
¿Cómo invitar a las familias a tener prácticas responsables con el medio ambiente?
Con la familia es con quienes aprendemos disfrutar del agua, de los alimentos que nos da la tierra, del clima. Son nuestros padres y demás miembros de la familia quienes nos enseñan por primera vez a relacionarnos con el medio que nos rodea. Es por eso que para implementar acciones que favorezcan el cuidado del medio ambiente teniendo en cuenta prácticas cotidianas en familia, es necesario caracterizarlas y reconocer sus dinámicas. Para hacerlo te sugerimos:
Identificar: a través de la observación podrás identificar cuáles son las dinámicas y prácticas cotidianas que realizan las familias que acompañas. Por ejemplo, qué hacen los miembros de la familia, en qué trabajan o a qué se dedican, cuánto tiempo comparten con los niños, qué les gusta hacer los fines de semana. Así tendrás insumos para acompañarlos en reconocer el entorno que los rodea como fuente de vida, de progreso y de bienestar; y aprovecharlo al máximo. Por ejemplo, si una de las familias que acompañas se dedican al cultivo de café, puedes preguntarles qué hacen con los desechos del cultivo. Quizás allí pueda surgir un PRAE con el aprovechamiento de estos recursos que hasta el momento la familia podía estar considerando como desechos.
Generar diálogos: Establece diálogos con las familias sobre la importancia de incluir prácticas del cuidado del medio ambiente teniendo en cuenta las diferentes dinámicas que se viven en el hogar. Por ejemplo, si un miembro de la casa labora en una central de abastos y en ese lugar desechan costales, cajas o estibas de madera, puedes hablarle de la importancia de reconocer los materiales que puedan reutilizar y darles un nuevo uso, o incluso invitarlo a donarlos al centro educativo para que allí puedan ser aprovechados.
Reutilizar materiales: Luego de reconocer los materiales que pueden reutilizar, invítalos a crear herramientas pedagógicas que fortalezcan el aprendizaje de los niños. Así mismo puedes sugerir la creación de espacios acogedores para los niños con diversidad de material. Por ejemplo; crear una manta con retazos de tela de ropa en desuso, y luego utilizar esta manta para construir una tienda de campaña en la que los niños puedan jugar.
el ejemplo empieza por casa, desde el aula se pueden promover ejercicios de reciclaje, clasificar basura, reciclar para hacer juguetes, si se da un buen discurso y la participación e las familias se obtienen buenos resultados.
El cambio empieza con pequeñas acciones. Si las familias ven que es posible adoptar hábitos sostenibles sin grandes esfuerzos, será más fácil que los integren en su vida diaria. Lo importante es generar conciencia, facilitar herramientas prácticas y fomentar la participación en comunidad.
invitar a las familias a través de las tradiciones culturales, motivándolos a disfrutar cada espacio de aprendizaje con sus hijos.
Invitar a las familias a adoptar prácticas responsables con el medio ambiente requiere un enfoque basado en la sensibilización y la educación sobre los impactos ambientales de nuestras acciones cotidianas. Es fundamental promover la conciencia ecológica, motivando el uso de recursos sostenibles y la adopción de hábitos que reduzcan la huella de carbono.
Es crucial fomentar la gestión adecuada de los residuos, incentivando la separación en origen, el reciclaje y la reutilización de materiales, así como el compostaje para reducir los desechos orgánicos. La optimización en el uso del agua y la energía también debe ser una prioridad, implementando tecnologías eficientes como electrodomésticos de bajo consumo y sistemas de captación de agua lluvia.
Involucrar a las familias en estas prácticas es esencial porque las acciones a nivel micro tienen un efecto acumulativo en el entorno. La sostenibilidad no solo beneficia a las generaciones actuales, sino que garantiza la preservación de los recursos para el futuro. Además, promueve la resiliencia ecológica y mitiga los efectos del cambio climático, ayudando a preservar la biodiversidad y los ecosistemas.
La implementación de estas prácticas genera un cambio de paradigma hacia un modelo de consumo consciente, que no solo reduce el impacto ambiental, sino que también crea comunidades más cohesionadas y responsables con su entorno.
La familia es el principal y primer entorno educativo del niño, desde ahí se construye conocimientos desde su cotidianidad de vida
La familia es la base fundamental para enseñar valores y los cuidados necesarios en la naturaleza
Si desde casa la familia educa al niño con amor para cuidar la naturaleza será mas fácil para los maestros ya que solo practicaran los cuidados que se deben tener con el entorno.