Ideas para realizar mapeos

Ideas para realizar mapeos

Los mapeos son construcciones colectivas en las que los niños, las familias, los educadores y la comunidad en general participan en la representación de sus culturas, territorios y formas de relacionarse con el ambiente. 

A continuación, te dejamos algunas ideas para realizar estos mapeos con los niños y las niñas: 

Para iniciar cualquier experiencia con los niños y niñas y sobre todo en la elaboración de una herramienta como esta, es importante que dialogues con ellos previamente para reconocer sus saberes previos acerca del tema. Con preguntas como por ejemplo ¿sabes que es un mapa?, ¿mo lo crearías?, o ¿qué necesitarías para hacerlo?, puedes establecer a qué tipo de experiencia vas a invitar a los niños, y reconocer esos saberes e imaginarios, para ayudarlos a crear el mapeo a partir de ellos.  
Una vez tengas consolidado esas ideas previas que los niños, niñas e incluso sus familias, tienen acerca de cómo realizar un mapa o un boceto (es decir, ese dibujo inicial) es importante que articules este concepto con el interés de los niños. Por ejemplo, resulta que en tu aula desde hace varios días los niños vienen mostrando interés por las semillas que caen de los árboles del parque, y quieren sembrarlas; este es un excelente pretexto para invitarlos a la elaboración de ese boceto sobre su centro educativo: pueden caminar el centro, reconocer los lugares que tiene, dibujar un bocetos de los mismos, analizar en dónde podrían crear una huerta para sembrar esa y quizás otras semillas; e incluso después crear otro boceto de ese lugar específico en el que crearán la huerta y cómo quisieran distribuirla.  
Una vez tengas clara la conexión entre el interés de los niños y el boceto o mapeo que crearán, asegúrate de ofrecerles diversidad de materiales como hojas de papel diferentes tamaños y texturas, cartones, cartulinas, colores, marcadores, tizas, crayolas, y lápices, entre otros. Esto permitirá que cada uno, desde sus imaginarios y desde la forma en que entiende el entorno, plasme el lugar que está reconociendo y/o cree el boceto de ese lugar que se imagina (en este caso la huerta) 
Una vez los niños y niñas hayan realizado el boceto o mapa puedes invitaros a compartir con sus compañeros, contigo e incluso con sus familias sus producciones, invitándolos a explicar el espacio que plasmaron o ese que quieren crear. Luego, entre todos podrán armar, a partir de sus bocetos, el mapeo de su centro educativo, o de la huerta, que servirá como base para identificar qué elementos naturales hay en el centro y cómo podemos cuidar de ellos (en el caso del mapeo del centro educativo), o qué elementos naturales queremos que hagan parte de ese nuevo espacio y cómo cuidaremos de ellos en el futuro (en el caso de la huerta). 
Como ves, estos mapeos dan protagonismo al niño, a sus creaciones e imaginarios; y lo ayuda a entenderse en ese rol protagónico del cuidado de la naturaleza y de su entorno por medio de experiencias llenas de exploración, juego y aprendizaje 
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Respuestas

  1. Para acompañar a los niños en la redacción de cuentos, es importante fomentar su creatividad y entusiasmo por la escritura de manera divertida y natural. Puedes comenzar por crear un ambiente relajado donde se sientan libres de expresarse. Iniciar con preguntas abiertas como “¿Qué pasaría si…?” o “¿Cómo sería un lugar mágico?” ayuda a que imaginen escenarios interesantes. Anímales a dibujar personajes o paisajes para desarrollar la historia visualmente antes de escribir. Participar activamente en el proceso, sugiriendo ideas y mostrando interés en sus propuestas, refuerza su confianza. Es valioso que celebren sus logros sin corregir demasiado sus errores al principio, enfocándote más en el desarrollo de la historia que en la gramática. A medida que avanzan, pueden ir mejorando su estructura y redacción con tu orientación.

  2. Ahora mismo, los niños no pueden explorar el mundo como hace unos meses. Pero sí podemos ofrecerles otra opción: explorar el mundo creando mapas.

    Los mapas no solo sirven para llegar del punto A al punto B, también cuentan una historia. Pueden revelar el trayecto de un bicho, explorar los patrones de los animales en tu barrio o incluso imaginar un mundo futuro.

    La cartografía activa los cerebros de los niños al fomentar habilidades lingüísticas, geográficas, históricas y artísticas. Usar una perspectiva diferente para reflexionar sobre personas y lugares inspira creatividad y comprender las relaciones espaciales incrementa la capacidad de razonamiento, fundamental para el aprendizaje de CTIM.