No todo es autismo -Rompiendo mitos y entendiendo la diversidad

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que ha ganado cada vez más atención en los últimos años. A medida que la conciencia sobre el autismo ha crecido, es importante recordar que no todas las diferencias en el comportamiento y la neurodiversidad se deben al autismo. Existen muchas otras condiciones y características que pueden influir en cómo las personas experimentan el mundo que las rodea. Exploraremos algunas de estas diferencias y romperemos algunos mitos comunes, con el objetivo de fomentar empatía frente la diversidad en todas sus formas.

 

 

TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad): El TDAH es un trastorno común en niños y adultos que se caracteriza por dificultades para prestar atención, hiperactividad e impulsividad. Aunque algunas de estas características pueden superponerse con las del autismo, es importante reconocer que son dos condiciones distintas con sus propias características y desafíos.

 

 

Ejemplo: “Alicia es una niña enérgica y llena de ideas creativas. Si bien a veces le cuesta concentrarse en el colegio y escuchar las indicaciones, su médico ha diagnosticado TDAH en lugar de autismo, ya que sus retos principales están relacionados con la atención y la impulsividad”.

Sensibilidad Sensorial:

Las personas con autismo a menudo experimentan una sensibilidad sensorial intensa, lo que significa que pueden ser hipersensibles o hiposensibles a estímulos sensoriales como sonidos, luces, olores o texturas. Sin embargo, la sensibilidad sensorial no es exclusiva del autismo y puede estar presente en otras condiciones o simplemente ser una característica individual.

 

 

Ejemplo: “Juan es un niño que tiene una fuerte sensibilidad al ruido. Los sonidos fuertes y repentinos, como una bocina de automóvil, pueden sobresaltarlo y provocarle incomodidad. Aunque inicialmente se pensó que tenía autismo, después de una evaluación más detallada, se determinó que su sensibilidad sensorial es parte de su perfil único”.

2. Altas capacidades intelectuales:

El autismo y las altas capacidades intelectuales no son mutuamente excluyentes. Algunas personas con autismo también pueden tener habilidades cognitivas excepcionales en áreas específicas, como las matemáticas, la música o las ciencias. Reconocer y apoyar estas habilidades es esencial para promover el desarrollo y el bienestar de las personas con estas características.

 

Ejemplo: “Laura, una niña con una pasión excepcional por la astronomía, ha demostrado habilidades sobresalientes en el campo de las ciencias. Aunque también ha sido diagnosticada con autismo, su talento y dedicación en la astronomía son una muestra de sus altas capacidades intelectuales”.

Es fundamental comprender que la diversidad humana abarca mucho más que el autismo. Al reconocer y apreciar las diferentes características y condiciones que influyen en las experiencias de las personas, podemos promover una sociedad más inclusiva y respetuosa. Romper los mitos y comprender la diversidad en todas sus formas nos ayuda a construir un mundo más incluyente.

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