La importancia de los primeros años de vida en el ser humano. – Copia

Los primeros años de vida son una etapa crucial en el desarrollo humano, ya que es durante este período que se sientan las bases para el crecimiento físico, emocional y cognitivo. Durante la infancia, el cerebro está en constante desarrollo y es altamente sensible a las experiencias que se viven en el entorno. 

Las experiencias que los niños y las niñas viven en sus primeros años tienen un impacto profundo en su desarrollo y pueden moldear su personalidad, sus habilidades sociales, su capacidad de aprendizaje y su salud mental. Por ejemplo, los niños y las niñas que reciben amor, atención y cuidado en sus primeros años tienden a desarrollar una mayor autoestima y una mayor capacidad para establecer relaciones saludables en la vida adulta. 

Un ejemplo claro de la influencia de la infancia en la vida adulta son los hábitos alimenticios. Los niños y las niñas que tienen la oportunidad de probar diversos sabores desde pequeños desarrollan una actitud positiva hacia la alimentación en su vida adulta. Asimismo, fomentar la hidratación con agua desde temprana edad puede ayudar a que este hábito se mantenga a lo largo de su vida. Involucrar a los niños y las niñas en la experiencia de preparación de los alimentos los invita a explorarlos: su sabor, color y textura, una estrategia efectiva para promover una alimentación saludable desde temprana edad. 

En los hábitos de higiene, también es importante que los niños y las niñas se apropien de estas prácticas cotidianas de manera natural y desde una temprana edad. Es natural que al principio queramos lavarles las manos y ayudarles a cepillar sus dientes para garantizar que estén limpios. Sin embargo, es igualmente importante permitirles que se involucren en el proceso y se apropien de estas rutinas diarias. 

Podemos apoyar el proceso al hacerlo junto con ellos y convertirnos en su modelo a seguir. Cuando nos ven lavarnos las manos o cepillarnos los dientes, esto les brinda un ejemplo a seguir y los motiva a hacerlo por sí mismos. Podemos alentarlos a que lo intenten solos, incluso si al principio pueden jugar con el agua o morder la pasta dental. Estas experiencias también son formas de descubrimiento para ellos mientras se apropian de los hábitos de higiene que seguramente utilizarán durante toda su vida, al tiempo que fortalecen su independencia. 

A medida que los niños y las niñas se sienten más cómodos y seguros con estas prácticas, pueden adquirir un sentido de independencia y responsabilidad sobre su propia higiene. Al empoderarlos para que se ocupen de sus necesidades de higiene, les estamos enseñando habilidades valiosas para el autocuidado y la salud. Estas prácticas se convertirán en parte de su rutina diaria y les ayudarán a mantener una buena salud a lo largo de su vida. 

Durante las prácticas de hábitos de higiene y en la vida diaria en general, estás dando un ejemplo a los niños y niñas que te rodean. Este ejemplo seguramente lo internalizarán a lo largo de su vida. Es normal que en ocasiones presenten momentos de frustración, como querer apretar la crema dental o negarse a comer o lavarse las manos. Es importante permitirles que expresen estas emociones y validar lo que están sintiendo. 

Cuando los niños y las niñas sientan tristeza, enojo o frustración, es fundamental que sepan que está bien experimentar esas emociones. No debemos evitar que lloren o se expresen, sino más bien permitirles sentir lo que están experimentando en ese momento. Podemos acompañarlos, tocar su corazón o darles un abrazo si lo necesitan, pero también respetar su espacio si no quieren contacto físico en ese momento. 

Después de que haya pasado el momento de intensidad emocional, podemos hablar con ellos sobre lo sucedido y generar acuerdos para futuras situaciones similares. Es importante que este proceso de manejo de emociones también se viva en el entorno que los rodea. Si les pedimos a los niños que estén tranquilos, pero durante el día nosotros mismos gritamos a otros miembros de la familia, puede generar confusión en cómo deben actuar y responder ante sus emociones. 

Todos podemos potenciar los primeros años de vida de los niños y niñas. Cada experiencia, cada cuidado y cada vivencia que compartimos en esta etapa crucial dejará una huella imborrable en su desarrollo. Permíteles explorar, aprender y crecer con amor y respeto. 

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Respuestas

  1. En la vida del ser humano es muy importante los primeros años de vida por tal razón todos somos responsables de prestar una atención de calidad ya que es el inicio del desarrollo en todas las dimensiones y etapas de su vida en donde empieza a experimentar con todos los entornos.

  2. La experimentación juega un papel importante en el desarrollo de las niñas y niños, esto hace posible que el aprendizaje sea más enriquecedor y que se desarrollen habilidades para comprender el mundo en el que interactúan.

  3. En la actualidad es importante que los padres, dentro de su diario vivir se den la tarea de dedicarle a los niños el tiempo que necesita para aprender, muchas veces ni se les permite llorar y buscan calmarlos con tecnologías que estan siendo hinhibidores de un adecuado crecimiento emocional y social. ‘El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices’ (Oscar Wilde).

  4. Es importante fortalecer el desarrollo en cada uno de los niños y las niñas, en sus primeros años de vida, de la mano de los padres de familia, dándoles a conocer diferentes estrategias pedagógicas, divertidas, innovadoras, logrando fortalecer en ellos su desarrollo cerebral, en su salud, en su estados de animo, control y reconocimiento de sus emociones, su capacidad por aprender, su capacidad por aprender.

  5. Considero que es fundamental que nosotros como adultos generemos adecuadas estrategias que garanticen el desarrollo integral de los niños y niñas en su desarrollo, para que estos se sientan seguiros en cada una de las etapas de su desarrollo.

  6. Pienso que las personas adultas que interactúan y hacen parte de la educación y el cuidado de los niños y niñas deben ser muy cuidadosas y atentas en sus acciones y palabras que utilizan porque una mala experiencia con los niños puede hacer daño para toda su vida

  7. Cada niño trae una maleta cargada de saberes provenientes de su cultura y dinamica familiar, por lo tanto como maestras debemos reconocer que son seres creativos, propositivos y con muchas màs habilidades. Ademàs, tenemos la obligaciòn de transformar nuestras practicas pedagogicas ,haciendolas innovadoras y equitativas para llegar a ser agentes de cambio