En los tiempos de hoy se ha llegado a una mal interpretación en las familias sobre el bienestar de los niños pues son padres ausentes porque primero son sus trabajos y vida social. El bienestar que ellos conciben para los niños y niñas con las que trabajo es tener un colegio donde esta casi todo el día y que el docente los atienda, no quieren escuchar nada negativo y dar lo que el niño pida para no llevarle la contraria pues no quieren tener conflicto con los niños. Todo lo que el niño hace fue porque otro lo provoco.
El bienestar esta en dar a los niños un colegio que creen que lo tienen para que los atiendan pero que no les exijan. Hay familias de padres separados donde se desentienden de su hijo y que uno solo es el respondiente por la educación, la salud, la alimentación u otras cosas que vienen en el paquete de tener un hijo.
Es importante que nosotros como adultos también sepamos regular nuestras emociones ya que los niños y niñas están siempre imitando y si no sabemos regularnos pues es probable que los niños tampoco.
Es importante aprender a gestionar nuestras emociones, entenderlas, nombrarlas y es válido darle a conocer a los niños con palabras dulces que hay momentos en los que nosotros como adultos no nos sentimos bien, mediando siempre nuestras actuaciones por medio del diálogo.
Es muy importante que todos los adultos tengamos presente que somos el principal reflejo que los niños y niñas tienen para construir sus propias bases emocioneles.
Los adultos somos capaces de intervenir en las emociones de nuestros niños ya sea para bien o para mal, por lo tanto debemos tener presente que somos el ejemplo que el niño tendrá en cuenta para construir sus propias emociones.
ES importante que como adultos gestionemos nuestras emociones lo más asertivamente posible dado que somos modelo de nuestros estudiantes y así mismo podemos acompañarlos en ese proceso de desarrollo emocional ante diferentes situaciones que se le presenten.
En los tiempos de hoy se ha llegado a una mal interpretación en las familias sobre el bienestar de los niños pues son padres ausentes porque primero son sus trabajos y vida social. El bienestar que ellos conciben para los niños y niñas con las que trabajo es tener un colegio donde esta casi todo el día y que el docente los atienda, no quieren escuchar nada negativo y dar lo que el niño pida para no llevarle la contraria pues no quieren tener conflicto con los niños. Todo lo que el niño hace fue porque otro lo provoco.
El bienestar esta en dar a los niños un colegio que creen que lo tienen para que los atiendan pero que no les exijan. Hay familias de padres separados donde se desentienden de su hijo y que uno solo es el respondiente por la educación, la salud, la alimentación u otras cosas que vienen en el paquete de tener un hijo.
Es importante que nosotros como adultos también sepamos regular nuestras emociones ya que los niños y niñas están siempre imitando y si no sabemos regularnos pues es probable que los niños tampoco.
Es importante aprender a gestionar nuestras emociones, entenderlas, nombrarlas y es válido darle a conocer a los niños con palabras dulces que hay momentos en los que nosotros como adultos no nos sentimos bien, mediando siempre nuestras actuaciones por medio del diálogo.
Es muy importante que todos los adultos tengamos presente que somos el principal reflejo que los niños y niñas tienen para construir sus propias bases emocioneles.
Los adultos somos capaces de intervenir en las emociones de nuestros niños ya sea para bien o para mal, por lo tanto debemos tener presente que somos el ejemplo que el niño tendrá en cuenta para construir sus propias emociones.
Siempre vivimos afanados por nuestras responsabilidades y posponemos lo de los niños con la idea que habrá tiempo después para ellos.
La confianza se forja desde el momento en el que adulto aprende a gestionar sus emociones para escuchar a nuestros niños.
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ES importante que como adultos gestionemos nuestras emociones lo más asertivamente posible dado que somos modelo de nuestros estudiantes y así mismo podemos acompañarlos en ese proceso de desarrollo emocional ante diferentes situaciones que se le presenten.
Debemos permitir que el niño explore sus emociones y como adulto ayudarlos a que puedan expresarlas de manera adecuada.