Propiciar espacios en que los niños participen de las labores cotidianos del hogar fortalecerá los vínculos afectivos y aumentará su autonomía e independencia, te sorprenderás al descubrir la capacidad de imaginación y creatividad que pueden desarrollar.
Por eso, permite a tu hijo experimentar con sus sentidos los alimentos que encuentra en su hogar. Invítalo también a observar, oler, tocar, escuchar, probar y combinar ingredientes, ayudándose de elementos potenciadores como cubiertos, recipientes e incluso las posibilidades que ofrece su propio cuerpo. Déjalo ser el protagonista de su aprendizaje a partir de la vivencia de nuevas emociones y sensaciones.
En este espacio, exploramos la importancia del juego y cómo es una poderosa herramienta para crear lazos afectivos sólidos con tu hijo. ¿Estás listo para…