Dispón un espacio en casa con papel, cartulina, pinturas, pinceles y un vaso con agua. Invita a tu hijo a explorar, acompáñalo y obsérvalo todo el tiempo. Esta experiencia le permitirá tener la libertad de expresar sus emociones, sentimientos, potenciar su imaginación y creatividad. Además, es una vía para familiarizarse y relacionarse con el arte; también invítalo a pintar con su propio cuerpo.