Prepara un espacio de la casa donde el niño se sienta bien, cómodo y seguro. Dispón un recipiente plástico grande, harina o arena, y agua. Deja que el niño manipule y explore los materiales. Poco a poco añade harina o arena e invítalo para que agregue agua hasta lograr una mezcla. Invítalo a que la explore. Cuando ya tenga una masa, observa detenidamente su gesto al explorar las nuevas texturas.
Puedes repetir esta experiencia las veces que quieras, de esta manera incentivas la estimulación sensorial y ayudas a potenciar las habilidades motoras del niño.