Para este juego solo necesitarás dos cosas: una herramienta que proyecte luz y un lugar oscuro o con poca iluminación. Podrás crear un mundo lleno de historias a partir de elementos de fácil acceso como canastas de huevo, cajas de leche, juguetes, entre otras cosas que tengas en casa.
Poniendo la luz en frente de una superficie y usando los elementos que conseguiste, juega con las sombras creando distintas figuras e historias. A través de esta experiencia potenciarás la imaginación, concentración, autonomía y lenguaje verbal de tu hijo. Podrás acompañarlo también con preguntas movilizadoras que fomenten su pensamiento crítico como ¿qué figuras puedes hacer con tus manos? o ¿de qué tamaño es lo que ves?