Construye previamente un camino de obstáculos utilizando cuerdas, madera, mallas, agua, entre otros elementos que tengas a tu disposición. Invita al niño a recorrer este camino teniendo en cuenta un objetivo: llevar agua al otro lado del puente. Este juego le permitirá realizar movimientos corporales más complejos y coordinados como agacharse, levantarse, caminar en línea recta y sobre diferentes superficies, dando la oportunidad de que experimente sensaciones más arriesgadas.
Encontrar un punto de equilibrio entre ser padres y ser pareja puede ser todo un desafío, pero es fundamental para mantener una relación saludable. Aquí…