A través de la disposición de agua y jabón podemos crear un divertido juego de burbujas, potenciando de esta manera la coordinación óculo-manual. Mediante el acompañamiento que se realiza durante esta estrategia, se pueden realizar preguntas enriquecedoras y/u orientadoras como: ¿te gustan las burbujas?, ¿qué burbuja está más lejos?, ¿cuál es más grande?, fomentando así el diálogo entre los que realicen la experiencia.