Ser resiliente, la promoción de la resiliencia.
Ser resiliente, la promoción de la resiliencia.
La resiliencia es esa capacidad de las personas para adaptarse a la adversidad, y continuar desarrollándose a pesar de las dificultades. La resiliencia es una habilidad que se fortalece desde que somos pequeños, por lo que acá te compartiremos algunas sugerencias que puedes tener en cuenta para acompañar a los niños en el fortalecimiento de esta habilidad:

Invítalos a terminar lo que empiezan. Parte esencial de ser resiliente es ser constante y mantener objetivos a pesar de los retos que se nos puedan presentar. Por esto, acompañar a los niños a terminar las tareas que han comenzado irá desarrollando en ellos esa capacidad de resistir con entereza, a pesar de las dificultades.
Promueve relaciones positivas entre los niños y sus pares y entre los niños y los adultos. Quizás uno d ellos factores más importantes para ser un ser humano resiliente es contar con el apoyo de otros: poder dialogar sobre lo que te sucede y acudir a ellos cuando así lo necesites. Por esto, es fundamental que, desde pequeños, acompañemos a los niños a desarrollar relaciones significativas y armoniosas con otros, basadas en el respeto y la confianza; esto les permitirá continuar desarrollando y manteniendo esta clase de relaciones durante su vida. Ayudarán a otros de forma natural, y por lo tanto también podrán recibir ayuda cuando así lo necesiten.


Promueve en los niños la confianza en sí mismos. Puedes hacerlo desde cosas tan sencillas como adecuar las escaleras con barandas e invitarlos para que las suban sin tu ayuda, pedirles que recojan los platos al finalizar su comida y los lleven a la cocina; o asegurar que recogen los juguetes y organizan el espacio educativo antes de salir al parque.
Acompaña al niño a identificar las cosas positivas que pasan cuando algo no sale como esperamos. Por ejemplo, quizás queríamos ir al parque y estábamos esperando ansiosos la hora del descanso, pero comenzó a llover y debemos quedarnos en el aula. Bueno, la lluvia puede ser una excusa perfecta para jugar a la excursión, e imaginar que el aula es una gran cueva en la que nos protegemos de la lluvia, y que comenzamos a explorar con detenimiento porque tiene muchas cosas por descubrir.


Ayuda a los niños a entender que el cambio es algo normal de nuestra vida. Por ejemplo, el cambio de domicilio, los viajes, las enfermedades inesperadas, o situaciones de la vida cotidiana, como por ejemplo cuando se va la luz, cuando llueve y no podemos salir o cuando nos caemos y no podemos saltar o correr por un tiempo.
Creo que es importante fortalecer la resiliencia en los niños y niñas, puesto que promueve la resolución de problemas que se pueden presentar a diario
La resiliencia fortalece el buen carácter en los niños forja adultos seguros y proactivos.
Nosotros los docentes reforzaremos a un más en los niños y niñas la resilencia, y el de no darse por vensido, esto por medio del juego y del buen trato hacia ellos.
Ser resilientes es adaptarse a las circunstancias, pero antes de hacerlo debemos hacerlo con una explicación para que el cambio se le haga drástico ni brusco. Siempre se destaca el juego como la mejor forma de enseñar y de aprender. Esta herramienta va a ayudar a niños y niñas a que logren superar cualquier bache que se le presente en su vida de niño o cuando ya sea adulto.
Es importante que los ambientes donde se desenvuelven los niños, en especial el entorno escolar y nosotros como docentes podamos ayudar para que se deba cumplir como un mediador para fomentar procesos resilientes en la niñez para que tengan el acceso a los cuidados, la protección y la educación que necesitan para llegar a la adolescencia y luego se puedan integrar la vida adulta, de una forma sana, constructiva y feliz.
Es muy importante ser conscientes del proceso que el adulto debe adoptar para permitir que los niños y las niñas logren terminar lo que se proponen y que todo lo hagan basado en el respeto y la tolerancia
El rol del adulto es ayudarlos a desarrollar la capacidad de recuperarse y adaptarse positivamente frente a situaciones adversas, La resiliencia se enseña, se transmite y se muestra con diálogo y ejemplo diario yudar a los niños a construir relaciones sólidas y de apoyo con los demás, enseñar habilidades de solución de problemas.
La resiliencia se enseña, se transmite y se muestra con diálogo y ejemplo diario
El rol del adulto es ayudarlos a desarrollar la capacidad de recuperarse y adaptarse positivamente frente a situaciones adversas, fomentar una actitud positiva, animándolos a ver las dificultades como oportunidades de aprendizaje y crecimiento, ayudar a los niños a construir relaciones sólidas y de apoyo con los demás, enseñar habilidades de solución de problemas.
Es fundamental promover experiencias donde los retos, desafíos y nuevas destrezas hagan parte de lo planteado para que a partir de sus emociones o reacciones, dialogar y poner en practica la resiliencia.