Cuidado físico y emocional del adulto

Cuidado físico y emocional del adulto

El cuidado de los niños y niñas es un aspecto que cobra mucha importancia dentro de su desarrollo integral. Por esto, el concepto de cuidado debe iniciar en aquellas personas que acompañan este proceso, en su bienestar físico, social y emocional, ya que de ahí partirá su relación con los niños y niñas.  

A continuación, te hablaremos de algunos ejercicios que puedes realizar para asegurar tu cuidado físico y emocional: 

 

 

 

 

Independientemente de cuáles sean tus rutinas cotidianas, es fundamental que establezcas pausas activas, las cuales pueden estar intercaladas entre ejercicios físicos corporales y la implementación de técnicas de relajación como el manejo de la respiración, y los tiempos de calma.  

 

 

 

 

 

El cuidado emocional debe empezar por el reconocimiento de nuestras propias emociones. Para esto puedes tener un diario emocional, que te permita registrar por medio de un dibujo o un escrito, esas emociones negativas que sientes en tu vida cotidiana y su origen; para poder elaborar estrategias que te permitan canalizarlas de manera positiva.  

 

 

 

 

En relación al cuidado físico, es importante que durante tus tiempos libres tengas espacios que te permitan desarrollar algún deporte o actividad física, o alguna práctica de relajación con técnicas de meditación; dado que estas tres cosas favorecen la liberación de estrés que puedes acumular en tu quehacer cotidiano. 

 

 

Pensar en el cuidado del adulto, es pensar de manera directa en su bienestar y en aquellas actividades o experiencias que le generen felicidad, alegría, y tranquilidad, por esta importante razón es importante que como cuidador puedas tener espacios de esparcimiento diversos en los que disfrutes de tiempos de calidad para ti mismo. Ejemplos de esta clase de actividades pueden ser salir a caminar, tomar un café o ir a cine, entre otros. 

 

 

 

 

 

Es necesario identificar esos factores de riesgo que de alguna manera u otra vulneran como adultos nuestro componente emocional. Esto también te sirve para reconocer cuando por tus propios medios no eres capaz de gestionar tus emociones, y te permite buscar la ayuda de una persona significativa que te escuche, o de un profesional que pueda acompañarte. 

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Respuestas

  1. Todo lo que hacemos y decimos se refleja en los demás. Aún sin ser padres, reflejamos habitos y actitudes que los niños pueden copiar para bien o mal, bien sean gestos palabras o acciones. Por eso, el cuidado emocional de un niño también depende del cuidado emocional del adulto, así como nos manejemos a nosotros mismos en cualquier situación, así lo harán ellos.

  2. Tener en nuestras manos el tesoro más importante que es el cuidado y protección de los niños y las niñas, nos reta a nosotros como adultos a pensarnos como seres con posibilidades de cambio que generen bienestar y estabilidad emocional, esto no quiere decir que tenemos que ser seres perfectos a los que no nos sucede nada, es saber gestionar nuestras emociones con el fin de identificar factores de riesgo que afecten nuestro vivir e interacción con los los infantes y el mwdio que nos rodea

  3. Este proceso debe venir acompañado de cuidadores expertos que estén capacitados para brindarles apoyo ayuda cuando sea necesario, nuestros chiquis no tienen manejo de sus emociones con buenas estrategias métodos podemos ayudarles a el manejo que tantas emociones y conflictos cosas que están pasando.

  4. Tener el cuenta el manejo de los estados emocionales para así brindar a las niñas y niños espacios y el disfrutar de manera agradable momentos y espacios de aprendizajes significativos que parte de nuestra labor docente y también como adultos.