implementar el enfoque diferencial es un desafío que deben asumir todas las personas que hacen parte de los procesos educativos en primera infancia, pues los niños pueden convertirse en modelos a seguir por los adultos que hacen parte de su contexto cercano, ya que inicialmente los niños y niñas en sus primeros años de vida son inclusivos y comparten con sus pares sin tener en cuenta las diferencias de color, identidad, gustos, entre otras, característica que al ser fortalecida en ellos pueden conllevar a que su nivel de aceptación por las diferencias se replique en sus familias y de esta manera se fomente el respeto por la diversidad, lo anterior se puede lograr a través de estrategias de aprendizaje donde ellos adquieran las habilidades sociales y cognitivas que les permita comprender y aceptar que pertenecen a un mundo lleno de riqueza cultural impregnada de conocimientos y valores ancestrales. Por lo tanto es relevante realizar la caracterización familiar, para identificar las particularidades, generalidades y necesidades de las familias, así mismo incluir las familias en los procesos educativos, empoderándolas del rol que tienen dentro de los procesos formativos de sus hijos y modelos a seguir por ellos.