Cómo hacer compostaje en compañía de los niños

Cómo hacer compostaje en compañía de los niños

 

 

Puedes crear abono orgánico usando un recipiente plástico, de arcilla o madera; algunas lombrices y los restos de comida que salen de la cocina. Invita a los niños a desarrollar este proyecto juntos para que puedan conocer de qué manera se pueden transformar residuos orgánicos en alimento para las plantas. Gracias a esta experiencia, podrás fomentar también una conciencia ambiental.  

Para hacer compostaje a través del vermicompostaje (o lombricomposteo), solo deberás realizar los siguientes pasos:  

1. Residuos orgánicos: No botes a la basura los residuos de las frutas y verduras que usas para cocinar. Invita a los niños a separar y poner en una bolsa esas cáscaras, tallos, hojas y demás partes que no cocinas, y cuéntales cómo, con la ayuda de unas lombrices, serán transformados en alimento para las plantas 

2. Recipiente plástico, de arcilla o de madera; con tierra y salida inferior: Busca un tarro, matera de arcilla o cajón de madera lo suficientemente grande, pongan una capa de tierra, llenándolo en un 70%. Luego agreguen todos los residuos orgánicos que han recolectado de la cocina. Con la ayuda de una pala, mezclen bien los residuos, asegurándose de que la tierra no quede apelmazada. Es importante que el recipiente que usen cuente con tapa ya que las lombrices viven debajo de la superficie de la tierra y por esto no toleran bien la luz, además, la tapa ayudará a mantener alejados a los roedores. La salida inferior es en donde el abono se irá ubicando a medida que las lombrices transformen estos residuos. 

3. Lombrices. Busquen lombrices cerca de casa o en un vivero (la lombriz roja o californiana es la mejor para este propósito). Simplemente deberán ponerlas dentro del recipiente plástico que contiene la tierra y los residuos orgánicos. Invita a los niños a tocarlas y pregúntales qué sienten: ¿es viscosa?, ¿es suave?, ¿está húmeda? También puedes contarles una historia sobre las lombrices y explicarles que ellas primero se comen las hojas, cáscaras y tallos que pusieron ahí, y que después, generan unos desechos llamados humus o “caquita de lombriz”.

Recuerda que las lombrices pueden comer hasta cuatro veces su peso en una semana, así que solo necesitarán una proporción de mil a 1 (1000:1) de lombrices por metro cuadrado; es decir, por cada metro cuadrado, podrán poner hasta 1000 lombrices. 

4. Abono sólido (humus) y líquido (lixiviado). Cosecha junto con los niños el humus o alimento para las plantas. Para esto, solo deberán esperar entre tres a cuatro meses para empezar a utilizarlo. Pídeles ayuda para que lo saquen de la parte inferior del recipiente con la ayuda de una pala, luego vayan juntos a la huerta y mézclenlo con la tierra de las plantas. Hagan lo mismo con el líquido que resulta del vermicompostaje, si lo recolectaron en un recipiente aparte, explícales que deben mezclarlo con agua en iguales cantidades para poder rociar la huerta con este líquido. 

5. Alimento para plantas, alimento para humanos: Crea un calendario de alimentación para las plantas en el que los niños participen del cuidado de la huerta, solo deberán agregar humus  cada dos semanas para que, en muy poco tiempo, las frutas y vegetales empiecen a crecer a partir del abono orgánico. Tanto este proceso, como el de la construcción del vermicompostaje, pueden ser documentados por los niños en una bitácora, en la que plasmen las ideas y emociones que les genera esta experiencia, desde el cultivo del compostaje (alimento para plantas), hasta la cosecha de los alimentos (alimento para humanos). 

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