¿Cómo construir acuerdos con los niños?

En aeioTU reconocemos los acuerdos como una estrategia fundamental de acompañamiento a los niños, que les ayuda a entender las rutinas de su día, el uso de los materiales, los entornos; y fortalece los vínculos entre los niños y los adultos. Sin embargo, sabemos que comprender los acuerdos, cómo funcionan, cómo establecerlos y lograr que los niños se apropien de ellos, no es una tarea de un solo día.

Hacer acuerdos con los niños es una excelente estrategia para acompañarlos, no sólo a afrontar las situaciones que se presentan, sino a prever las que pueden suceder. Por ejemplo, un niño que tiene claridad sobre su día en cuanto a cuál es el momento de jugar, cuál el de comer o cuál el de dormir, podrá asumir el cambio de manera más tranquila que uno al que sencillamente se le pide que finalice su juego y se disponga a comer.

Es muy importante que el adulto sea consciente de que los acuerdos, como su nombre lo indica, deben surgir del diálogo con los niños, en lugar de representar una decisión del adulto. Cuando han sido consensuados, los acuerdos permiten al adulto acompañar al niño con amor y coherencia a comprender cómo funciona el mundo a su alrededor. Entonces, los acuerdos son esas frases que surgen en las conversaciones con los mismos niños y que exaltan las buenas prácticas al interactuar con otros.

En el caso de los niños menores de 2 años, que aún tienen un escaso vocabulario; los adultos pueden recurrir a herramientas pedagógicas con imágenes para recordar los acuerdos. Por ejemplo, si queremos hablar de la forma en que tratamos a los amigos, podemos disponer fotos de niños jugando amablemente con otros, dándose abrazos o ayudando a sus amigos. También podemos dialogar con los niños haciendo énfasis sobre las cosas que si están permitidas. Por ejemplo, cuando estamos tratando de reforzar el hecho de que no debemos morder a los amigos, podemos conversar sobre el uso de los dientes: “Los dientes son para comer”, o “Los dientes son para cepillarlos” ayudándonos de imágenes, en lo posible de ellos mismos, que muestren ese uso de los dientes.

Con los niños de 3 a 5 años, quienes ya poseen un vocabulario más amplio, se pueden generar diálogos entorno a las situaciones más frecuentes que se les presentan en sus interacciones diarias, invitándolos a encontrar alternativas para dar solución a aquellas que por lo general se les dificultan. Por ejemplo, si los niños se molestan cuando es momento de recoger los juguetes, porque desean seguir jugando; se puede dialogar previamente con ellos, para elegir los tiempos de juego y la manera en que identificarán cuando este tiempo se esté acabando; o incluso negociar alternativas como dejar un juguete por fuera para que los acompañe a guardar.

Algunas sugerencias para la construcción de acuerdos con los niños:

–       Es vital que estos acuerdos se construyan en un momento de calma y no como respuesta a una situación difícil que el niño acaba de experimentar (como por ejemplo en el momento en que el niño está molesto porque le acaban de decir que guarde sus juguetes).

–       Los acuerdos deben expresarse de manera positiva: “Comer todo nos hará crecer muy fuertes” en lugar de “No puedes dejar nada en el plato”.

–       Es necesario que, sin importar la edad, los acuerdos se hagan visibles en el espacio que los niños habitan; pues de esta manera se podrán retomar de forma regular con ellos.

Finalmente, es necesario resaltar que los acuerdos son una construcción continua, pues cada día surgen situaciones que implican cambios emocionales en los niños, y que en ocasiones no saben cómo afrontar: como el ingreso al centro educativo, el cambio de casa, la llegada de un hermano, entre muchos otros. Por ello, como adulto es importante que estés atento a esos cambios o situaciones en las que el niño necesita de un acompañamiento más cercano o de la generación de algunos acuerdos.

Ahora es tú turno ¿Qué acuerdos consideras importantes, comenzar a construir con los niños que hoy acompañas?

 

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Respuestas

  1. Excelente. En la institución a la que pertenezco, todos los días hacemos asambleas encaminadas a hacer acuerdos, valorar lo que ha pasado y las propuestas u objetivos del día. Esto, independientemente de la edad en que se encuentren los niños. Es espectacular!

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