El niño tiene quemaduras en distintas partes de su cuerpo, algunas de ellas en zonas pequeñas como las causadas por cigarrillos; y otras, en zonas más amplias como manos o pies, que pueden indicar la inmersión de esta parte del cuerpo en elementos como agua caliente, el uso de sustancias químicas, o de otros elementos como la estufa, la plancha, etc.