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El bienestar social del adulto
Desde el momento en que naces te relacionas con otros. Los hábitos sociales positivos pueden ayudarte a crear sistemas de apoyo y mantenerte más saludable mental y físicamente. A continuación, te compartimos estrategias para mejorar tus interacciones con otros, y de esta manera, cuidar de tu bienestar social.
Conecta con otros. Dialogar y compartir con otros de forma positiva te provee bienestar social; y puede ayudarte a proteger tu salud y prolongar tu vida. Los científicos están descubriendo que los vínculos con los demás pueden tener efectos poderosos en nuestra salud pues influyen en las funciones biológicas relacionadas con el bienestar emocional.
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Cuídate mientras cuidas a los demás. Todos cuidamos de otros en algún momento de nuestras vidas. Cuando lo hacemos, el estrés y la tensión de ese deber pueden afectarnos y por eso es importante encontrar formas de salvaguardar nuestra salud mientras atendemos a los demás. Haz listas de cosas por hacer y establece una rutina diaria, identifica formas en que otros pueden ayudarte y pide su ayuda; por ejemplo, alguien podría recoger las compras o sentarse con la persona que cuidas mientras tú haces los mandados.
Manténganse activos juntos. El lugar donde vives, trabajas o estudias puede tener un gran impacto en tu estado físico. Estar activo con otros en tu comunidad puede tener un efecto positivo en tus hábitos de salud y crear oportunidades para conectarte. Puedes, por ejemplo, ayudar a tu comunidad a crear formas de fomentar más actividades físicas iniciando un grupo de caminata con amigos, vecinos o compañeros de trabajo.
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Vincúlate con tus hijos. Criar hijos es gratificante y desafiante al mismo tiempo. Ser sensible, receptivo y constante para tus hijos puede ayudarte a construir relaciones positivas y saludables con ellos. Esos vínculos emocionales fuertes les enseñan a los niños a manejar sus propios sentimientos y comportamientos, se ha comprobado que aquellos que tienen fuertes conexiones con sus cuidadores, tienen más probabilidades de hacer frente a los desafíos de la vida. Si no tienes hijos también puedes interactuar con tus sobrinos, primos hermanos, o incluso con niños más pequeños de tu comunidad.
Forma hábitos de salud en tu familia. Comparte tiempo de calidad con tu familia alrededor de hábitos saludables como caminar, hacer deporte, cocinar para alimentarse bien, leer o bailar. Estos espacios les proveen bienestar y es definitivamente una de las mejores formas que tienes para cuidar de ellos: compartiendo tu tiempo y alegría.
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