Construcción de acuerdos

Construcción de acuerdos

La construcción de acuerdos permite a los niños reconocerse como parte de una comunidad que se relaciona desde el respeto, la solidaridad y la empatía. Además, los acuerdos garantizan derechos de los niños desde su participación, desde su reconocimiento como protagonistas de sus procesos de aprendizaje; y les permiten empoderarse alrededor de temas que los afecta a corto, mediano y largo plazo, como por ejemplo la protección del medio ambiente. 

La construcción de acuerdos es un aprendizaje que se entreteje en todos los ambientes que rodean a los niños, como la casa, el centro educativo, el vecindario o el parque. En tu rol como educador es fundamental promover espacios donde ellos puedan desarrollar estos acuerdos de forma tranquila, consensuada y propositiva. 

Acuerdos sobre el uso de los recursos: promueve espacios de diálogo en los que los niños puedan hablar sobre su responsabilidad en el cuidado y protección del medio ambiente. Por ejemplo, cerrar la llave cuando se cepillan los dientes; o la necesidad de apagar las luces cuando salimos de una habitación. Acuerden que todos estarán siempre pendientes de realizar estas dos acciones; y apóyate en imágenes que les recuerden esta acción, situándolas cerca al lugar en el que necesiten ser recordados sobre estos acuerdos; como por ejemplo al lado de la llave del agua o del switch de la luz. También puedes ayudarlos a crear conciencia sobre usar únicamente el material que necesitan como cuando por ejemplo van a pintar o a construir algo; y sobre guardar ese material que no usaron para que quede disponible para próximas experiencias.
Acuerdos sobre la correcta clasificación del reciclaje: junto con los niños, selecciona y organiza cajas para clasificar correctamente el reciclaje (plástico, papel, vidrio, aluminio y electrónicos); y dialoga con las familias para que también adopten esta estrategia en casa. Para que los niños puedan clasificar el material asegúrate de imprimir fotos de lo que debe ir en cada caja, y pégalas en uno de los lados, que sea visible para ellos. Acuerden que, cada vez que tengan material de reciclaje a la mano, lo pondrán en la caja correspondiente para que las maestras puedan procesarlo después y usarlo en las diferentes dinámicas que se dan dentro del aula y dentro del centro educativo.  
Acuerdos alrededor del juego: Cada vez que tengas oportunidad, recuerda a los niños mientras están jugando que deben relacionarse con los otros desde el respeto, el cuidado y la empatía. Cuando los juegos que realizan son juegos tradicionales, con reglas establecidas, asegúrate de que entienden esas reglas y que están de acuerdo con ella antes de iniciar el juego. Cuando los juegos son libres y creados por ellos mismos, acompáñalos a disfrutar de una experiencia tranquila, en donde todos tienen la oportunidad de participar, usar los recursos con los que cuentan y compartir con los demás.
Acuerdos alrededor de las rutinas: acompaña a los niños a entender las dinámicas del mundo a su alrededor por medio del establecimiento de rutinas. Por ejemplo: para comenzar el día en el centro educativo nos saludamos, luego leemos un cuento y después vamos a jugar a los rincones de interés del aula. Luego recogemos los juguetes, nos lavamos las manos y tomamos onces. Las rutinas permiten a los niños sentirse seguros porque saben qué va a suceder. Acuerda con ellos estas rutinas y por medio de fotos o dibujos que ellos puedan entender, haz que queden visibles en un panel en la pared, o en un cubo, o una ruleta que puedan ir moviendo a medida que va transcurriendo el día. 
Acuerdos alrededor del uso de los recursos: Si en tu aula y en los demás espacios comunes del centro educativo ya estás usando material de reciclaje y material natural como recurso, esto de entrada está mostrándole al niño que podemos reusar y re-significar los materiales a los que tenemos acceso. Por ejemplo: usar botellas plásticas recicladas como envases para clasificar y guardar material; usar cartón o papel reciclado para las creaciones de los niños; o usar semillas y hojas secas para explorar, construir y jugar. Pero también es necesario que llegues a acuerdos con ellos sobre el uso de estos materiales, cómo cuidar de ellos y la importancia de organizarlos al terminar de usarlos. También puedes acompañarlos para asegurar que tratamos las cosas de manera suave para que no se dañen; y que las reparamos cuando se han maltratado.